El expresidente estadounidense Donald Trump manifestó que mantiene la puerta abierta a un posible diálogo con el presidente venezolano Nicolás Maduro, mientras aumentan las sanciones de EE UU y el despliegue militar en el Caribe intensifica la tensión bilateral.
Declaraciones de Trump sobre un posible acercamiento
En una entrevista televisiva realizada el 12 de noviembre de 2025, Donald Trump, quien lideró los Estados Unidos entre 2017 y 2021, afirmó que “no cerraría la puerta a una conversación con el señor Maduro”. El exmandatario subrayó que cualquier diálogo tendría que basarse en “intereses mutuos y en la seguridad regional”.
Contexto de la crisis entre EE UU y Venezuela
Las relaciones entre Washington y Caracas se encuentran en su punto más bajo desde la caída de Hugo Chávez. EE UU mantiene sanciones económicas que prohíben la compra del petróleo venezolano y congelan los bienes de funcionarios del régimen. Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro acusa a EE UU de intentar desestabilizar al país mediante apoyo a grupos opositores.
Presencia militar estadounidense en el Caribe
El 5 de noviembre de 2025 el portaaviones USS Gerald R. Ford, el buque de guerra más avanzado de la Marina de EE UU, llegó a la zona del Caribe como parte de la operación denominada “Lanza de Fuego”. El despliegue, que incluye varios destructores y aviones de combate, está destinado a “garantizar la seguridad marítima” y ha sido interpretado como una muestra de fuerza ante la política venezolana.
Reacciones en Venezuela
El presidente Nicolás Maduro, al conocer la postura de Trump, respondió en su programa televisivo “Aló Presidente” cantando parte de la canción “Imagine” de John Lennon, señalando que “un futuro de paz es posible”. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Carlos José Mata Figueroa, reiteró que cualquier negociación debe respetar la soberanía venezolana.
Posibles escenarios
Analistas políticos indican que, aunque el intercambio de palabras es inusual, podría abrir una ventana diplomática que permita la negociación de sanciones y la reactivación de los diálogos multilaterales en foros como la OEA. No obstante, la presencia militar estadounidense y la retórica firme de ambos gobiernos hacen que la situación siga siendo volátil.