La Casa Blanca publicó un artículo que destaca cómo Estados Unidos obtiene importantes beneficios financieros a través del swap de veinte mil millones de dólares con Argentina, una operación impulsada por el gestor Scott Bessent y celebrada por el expresidente Donald Trump.
Contexto del swap
En 2024 el Tesoro de Estados Unidos y el Banco Central de la República Argentina acordaron un intercambio de divisas, conocido como swap, por un valor nominal de US$20.000 millones. El mecanismo permite a Argentina obtener dólares a cambio de pesos a una tasa predefinida, mientras que EE.UU recibe intereses por el diferencial.
Beneficios para Estados Unidos
Según el artículo difundido por la Casa Blanca, la operación genera una rentabilidad neta para el Tesoro estadounidense que supera los mil millones de dólares en intereses y comisiones. El texto resaltó que esta ganancia “refuerza la posición de EE.UU en los mercados internacionales” y que “Trump vuelve a ganar a lo grande” al haber respaldado la medida durante su mandato.
El papel de Scott Bessent
El gestor de inversiones Scott Bessent, reconocido por su experiencia en mercados emergentes, fue el arquitecto de la estructura del swap. En interviews publicados por la prensa argentina, Bessent describió la operación como una “oportunidad win‑win” y señaló que “somos como sus padres”, aludiendo a la relación histórica de EE.UU con la deuda argentina.
Reacción oficial y mediática
El Gobierno de EE.UU defendió públicamente el acuerdo, argumentando que el swap protege la estabilidad financiera de Argentina y, al mismo tiempo, asegura ingresos para el erario estadounidense. Medios como La Nación, Ámbito, La Voz del Interior, Clarín y MDZ Online reprodujeron la información, destacando tanto el aspecto financiero como la carga política del anuncio.
Implicancias futuras
El swap de US$20.000 millones se mantiene activo y se espera que continúe generando flujos de ingresos para EE.UU mientras Argentina utiliza los dólares para cubrir déficits externos. Analistas señalan que la operación podría servir de modelo para futuros intercambios de divisas con otras economías en desarrollo.