En noviembre de 2025, Estados Unidos entregó a Kiev un ambicioso programa de 28 medidas destinadas a lograr el fin del conflicto con Rusia. El plan, que incluye garantías de seguridad, pasos para una posible desescalada militar y una hoja de ruta política, ha generado reacciones mixtas en Washington, Moscú y la propia Ucrania.
Contexto y presentación del plan
El 15 de noviembre de 2025 el Departamento de Estado de EE.UU. reunió a funcionarios ucranianos para entregar oficialmente un documento que contiene 28 puntos diseñados para facilitar una salida diplomática al conflicto que lleva más de cuatro años en marcha. La iniciativa, anunciada por el subsecretario de Estado para Asuntos Europeos, surge en medio de crecientes presiones internacionales para encontrar una solución negociada.
Los ejes principales del programa
Si bien el texto completo no se ha divulgado en su totalidad, los puntos publicados por medios internacionales destacan los siguientes ámbitos:
- Alto el fuego y retirada gradual de fuerzas rusas de territorio ucraniano bajo supervisión de observadores internacionales.
- Intercambio de prisioneros y acceso humanitario a zonas de conflicto.
- Garantías de seguridad que incluyen una protección implícita de la OTAN para Ucrania, sin embargo sin ampliar formalmente la membresía.
- Proceso político que contempla elecciones libres bajo observación internacional y la posible organización de un referendo sobre la neutralidad del país.
- Desarme y desminado con fondos dedicados a la eliminación de minas y restos explosivos.
- Reconstrucción y ayuda económica mediante un paquete de asistencia multilateral que podría superar los 50.000 millones de dólares.
- Sanciones y relaciones económicas con un plan escalonado para aliviar restricciones a Rusia en contrapartida a verificaciones de cumplimiento.
- Cooperación energética que asegura el paso de gas y energía a ambos países bajo supervisión internacional.
Reacciones de los protagonistas
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró estar “abierto al diálogo” y agradeció la iniciativa, aunque resaltó la necesidad de que cualquier acuerdo respete la soberanía de Ucrania. Por su parte, la administración del expresidente Donald Trump emitió un ultimátum el 18 de noviembre de 2025, instando a Kiev a aceptar el plan antes del jueves siguiente. Trump también propuso que, en caso de aceptación, se garantice la protección de la OTAN para Ucrania.
En Moscú, las autoridades reaccionaron con escepticismo, calificando la propuesta de “una presión occidental” y reiterando la defensa de sus intereses estratégicos en la región.
Impacto en la industria bélica europea
Ante la perspectiva de una solución negociada, varios fabricantes de armas europeos anunciaron la reducción de sus entregas a Ucrania, argumentando que “un proceso de paz podría disminuir la necesidad de suministros militares”. Esta decisión, reportada por La Nación, indica una posible reconfiguración del mercado de defensa en el contexto europeo.
Próximos pasos
Se espera que en las próximas semanas se realicen reuniones bilaterales y multilaterales para afinar los detalles del plan y establecer un calendario de implementación. La comunidad internacional, incluida la ONU, ha manifestado su disposición para facilitar el proceso y supervisar el cumplimiento de los compromisos.