La Conferencia de las Partes (COP30), celebrada en Brasil, concluyó sin lograr un acuerdo claro para eliminar el uso de combustibles fósiles, generando críticas internacionales y una llamada urgente al G20 para definir una estrategia concreta.
Conclusiones de la COP30
La Cumbre Mundial del Clima, conocida como COP30, se cerró el 20 de noviembre de 2025 en Brasil sin que los países firmaran una hoja de ruta vinculante para la retirada de los combustibles fósiles. Los negociadores señalaron la ausencia de metas numéricas y plazos definidos, lo que provocó la percepción de un “acuerdo débil” entre los participantes.
Contexto y antecedentes
La COP, sigla de “Conference of the Parties”, es el principal foro internacional donde se discuten políticas climáticas bajo el marco del Acuerdo de París (2015). El objetivo es limitar el calentamiento global por debajo de 2 °C, preferiblemente 1,5 °C, respecto a niveles preindustriales. La reducción de los combustibles fósiles –petróleo, gas natural y carbón– es esencial para cumplir con esas metas, ya que representan cerca del 75 % de las emisiones globales de CO₂.
Principales voces del encuentro
El presidente de Brasil, Lula da Silva, elogió el consenso alcanzado en la cumbre pero solicitó al G20 una hoja de ruta clara para abandonar los combustibles fósiles. Por su parte, representantes de la Unión Europea y de países en desarrollo expresaron su frustración por la falta de compromisos firmes y pidieron un marco de financiación que apoye la transición energética.
Reacciones internacionales
Medios como Infobae, Página 12 y Clarín resaltaron la debilidad del acuerdo y la urgencia de nuevas negociaciones. En China, el jefe negociador describió el resultado como un “éxito en una situación difícil”, subrayando la necesidad de seguir trabajando en la reducción de emisiones.
Implicancias económicas y sociales
La ausencia de un plan concreto afecta tanto a la inversión en energías renovables como a los sectores dependientes del petróleo y el gas. Analistas advierten que sin un compromiso claro, la transición energética podría retrasarse, incrementando los riesgos de fenómenos climáticos extremos y sus costos sociales.
Próximos pasos
Los observadores esperan que el G20, cuya próxima reunión está prevista para principios de 2026, establezca metas cuantificables y un calendario de desinversión de fósiles. La comunidad internacional seguirá presionando para que la promesa de los acuerdos climáticos se traduzca en acciones concretas.