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NASA activa defensas planetarias ante el paso del cometa interestelar 3I ATLAS

El cometa interestelar 3I ATLAS, detectado a inicios de noviembre de 2025, viaja a 57 kilómetros por segundo en una trayectoria hiperbólica que lo lleva cerca de la Tierra. Frente a la anomalía, la NASA ha puesto en marcha los protocolos de defensa planetaria a nivel global, mientras la comunidad científica observa con cautela posibles fragmentaciones del cuerpo celeste.

Descubrimiento y características del cometa 3I ATLAS

El objeto interestelar 3I ATLAS fue identificado por telescopios de vigilancia orbital el 12 de noviembre de 2025. Se trata del tercer cometa de origen interestelar registrado, después de 1I ʻOumuamua y 2I Borisov. Su velocidad de aproximación alcanza los 57 kilómetros por segundo, mucho más rápido que los cometas típicos del sistema solar.

Trayectoria hiperbólica

Los cálculos orbitales realizados por la NASA y la Agencia Europea del Espacio confirman que la ruta de 3I ATLAS es hiperbólica, lo que significa que el cuerpo celeste no quedará atrapado por la gravedad solar y seguirá su curso hacia el espacio interstelar después del acercamiento.

Alarma científica y anomalías observadas

El 21 de noviembre de 2025 la prensa argentina La Nación publicó una imagen del cometa que mostraba una zona de brillo inusual en la coma, lo que despertó sospechas sobre una posible actividad volátil o fragmentación. Unos días después, el telescopio Hubble capturó indicios de desprendimiento de material, sugiriendo que el núcleo podría estar fragmentándose bajo la presión del viento solar.

Activación de los protocolos de defensa planetaria

Ante la incertidumbre, la NASA activó el programa Global Shield el 22 de noviembre de 2025, el mismo que se emplea para monitorizar objetos cercanos a la Tierra (NEO) con potencial de impacto. El plan incluye seguimiento continuo mediante redes de radar y telescopios, análisis de posibles trayectorias de colisión y la preparación de misiones de desviación si fuera necesario.

Cooperación internacional

Además de la NASA, la ESA, la JAXA y la CNSA han colaborado proporcionando observaciones y recursos computacionales para refinar los modelos de trayectoria. La comunidad científica ha subrayado la importancia de este esfuerzo conjunto como prueba de la capacidad global para responder a amenazas cósmicas.

Qué implica para la Tierra

Según los últimos cálculos, el pasaje más cercano del cometa se producirá el 5 de diciembre de 2025 a una distancia de aproximadamente 4,7 millones de kilómetros, una separación segura pero suficientemente cercana para generar atención pública y académica. No se espera impacto ni devastación, pero la situación ha motivado la revisión de los planes de defensa y la mejora de la detección temprana.

Perspectivas futuras

El estudio de 3I ATLAS brinda una oportunidad única para entender la composición de materiales interestelares y los procesos que actúan en los cometas al viajar entre estrellas. Los datos obtenidos servirán para futuras misiones de exploración interplanetaria y para perfeccionar las estrategias de mitigación de riesgos cósmicos.