El presidente Javier Milei propone un modelo de crecimiento que rompe con el tradicional “desarrollismo” argentino, impulsando la libre iniciativa, la reducción del gasto público y la apertura de los mercados. Diversos medios analizan la viabilidad de su agenda y los desafíos políticos y económicos que enfrenta.
Contexto del “desarrollismo”
El término “desarrollismo” se utilizó durante la década de 1950‑1970 en Argentina para describir un modelo de política económica basada en la intervención estatal, la sustitución de importaciones y el impulso de la industria nacional. Ese enfoque generó un crecimiento sostenido en algunos sectores, pero también acumuló desequilibrios fiscales y de tipo cambiario que persisten hoy.
Milei y la ruptura del paradigma
Desde su asunción en diciembre de 2023, el presidente Javier Milei ha señalado repetidamente que su objetivo es “un desarrollo sin desarrollismo”. En su último discurso ante el Congreso, el mandatario afirmó que el país necesita una economía basada en la libre iniciativa, la reducción del gasto público y la apertura de los mercados, descartando las políticas intervencionistas que caracterizaron décadas pasadas.
Reacciones de los medios
Los principales diarios han analizado la propuesta desde distintas perspectivas:
- La Nación describió la visión de Milei como una búsqueda de crecimiento sin recurrir a las políticas intervencionistas tradicionales.
- Clarín destacó la atmósfera de incertidumbre entre los gobernantes, calificándola de “cóctel de champagne y miedo”.
- La Izquierda Diario señaló la presencia de un “fatalismo” que podría limitar la implementación de reformas.
- Perfil introdujo la “teoría del buzo”, una metáfora que sugiere que el gobierno debe sumergirse en los problemas estructurales sin detenerse.
- Diario de Cuyo enfatizó la necesidad de que Milei cuente con apoyos críticos y evite los “besamanos” de sectores afines.
Desafíos y perspectivas
Para materializar su modelo, el gobierno enfrenta varios retos: reordenar la estructura tributaria, negociar acuerdos con organismos internacionales y lograr la aceptación del sector empresarial y laboral. La falta de consensos en el Congreso y la resistencia de algunos grupos sindicales podrían retrasar la agenda de reformas.
Qué se espera a futuro
Los analistas coinciden en que, si bien la propuesta de Milei rompe con el legado del desarrollismo, su éxito dependerá de la capacidad del Ejecutivo para articular alianzas políticas y mantener la estabilidad macroeconómica.