El reconocido actor chileno‑argentino Benjamín Vicuña volvió a territorio nacional acompañado de sus dos hijos, mientras rendía un emotivo homenaje a su querida perra Blanquita. La llegada, que se dio en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, provocó la atención de medios y seguidores, quienes celebraron este reencuentro familiar y la nostálgica despedida del animal que marcó una etapa de su vida.
Un regreso cargado de emociones
El 25 de noviembre de 2025 el actor Benjamín Vicuña aterrizó en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, en Santiago de Chile, acompañado por sus dos hijos. Tras varios meses de trabajo en el extranjero, su retorno fue recibido con gran entusiasmo tanto por la prensa como por sus seguidores.
El homenaje a Blanquita
En el mismo momento de su llegada, Vicuña realizó un homenaje a su perra Blanquita, a quien describió como “un pilar de amor y compañía” durante los últimos años. Sobre una mesa improvisada en la zona de llegadas, colocó una foto del animal y una vela encendida, gestos que simbolizan la gratitud y la despedida simbólica de un ser querido.
Contexto familiar y profesional
Benjamín Vicuña, conocido por su participación en series como Los Simuladores y La Casa de Papel, ha combinado su carrera internacional con la vida familiar. Sus hijos, que ahora lo acompañan en territorio chileno, son una parte fundamental de su motivación para regresar y reencontrarse con sus raíces. No se han divulgado los nombres ni las edades de los menores, respetando la privacidad familiar.
Reacciones del público
Los asistentes al aeropuerto capturaron el momento y rápidamente lo compartieron en redes sociales, generando cientos de comentarios de apoyo. Los seguidores resaltaron la humanidad del gesto y la conexión que Vicuña mantiene con su país y su público, a pesar de su agenda internacional.
Importancia del evento
Este regreso no solo marca un hito personal para el actor, sino que también refuerza su vínculo con la industria del entretenimiento chileno, que lo ha visto crecer desde sus inicios. La combinación de una llegada familiar y un tributo emotivo añade una capa de cercanía que fortalece su imagen pública.