La Organización de las Naciones Unidas ha iniciado oficialmente la carrera para designar a su próximo Secretario General, cuyo mandato concluirá a finales de 2026. Con la participación de varios aspirantes, entre ellos dos diplomáticos argentinos, se detalla el complejo proceso de selección que incluye votaciones informales y la decisión final de la Asamblea General.
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Recientemente la ONU anunció la apertura del proceso para elegir su próximo Secretario General, puesto que el actual, António Guterres, finalizará su segundo mandato el 31 de diciembre de 2026. La convocatoria permite a los 193 Estados miembros presentar sus candidaturas y a los diplomáticos iniciar la campaña previa al voto.
Candidatos destacados
Hasta la fecha, varios países han presentado sus postulaciones. Entre los aspirantes se encuentran dos diplomáticos argentinos que han sido oficialmente anotados por su gobierno, convirtiéndose en los primeros representantes de Argentina en competir por el cargo más alto de la organización.
Cómo funciona el proceso de selección
El procedimiento, tradicionalmente discreto, se estructura en varias etapas:
- Presentación de candidaturas: Cada Estado miembro puede proponer un candidato.
- Votaciones informales (straw polls): La Secretaría de la ONU organiza encuestas entre los embajadores para medir el apoyo a cada aspirante sin revelar resultados oficiales.
- Ronda final: La Asamblea General celebra una votación formal donde se requiere una mayoría de dos tercios de los 193 miembros para elegir al nuevo Secretario General.
El proceso suele durar varios meses, con la posibilidad de múltiples rondas de straw polls hasta que se alcance un consenso.
Calendario previsto
Se espera que la primera ronda de encuestas informales tenga lugar a mediados de 2026, con la votación final en la Asamblea General programada para el octubre de 2026. El nuevo Secretario General asumirá sus funciones en enero de 2027.
Importancia del cargo
El Secretario General actúa como principal portavoz de la ONU, impulsa la agenda internacional, coordina operaciones de paz y representa los valores de la organización. La elección de su próximo líder será clave para definir la dirección de la diplomacia multilateral en un contexto de desafíos globales como el cambio climático, conflictos regionales y riesgos nucleares.