El presidente Nicolás Maduro afirmó que el país vive una coyuntura decisiva, mientras miles de venezolanos se congregan en Caracas y los EE.UU. aumentan la presión diplomática. La declaración se produce en un contexto de crisis económica, sanciones internacionales y la promesa de reforzar la unidad de la Patria Grande.
Declaración central del presidente
En un discurso transmitido por los medios estatales el 25 de noviembre de 2025, el presidente Nicolás Maduro afirmó que Venezuela está en una “coyuntura decisiva” que definirá el futuro del país. Según Maduro, este momento crítico exige “unidad, resistencia y la defensa de la soberanía” frente a las amenazas externas, particularmente las iniciativas de los Estados Unidos para imponer sanciones adicionales.
Contexto político y económico
La frase “coyuntura decisiva” se utiliza para describir una etapa en la que los factores internos y externos convergen, obligando a tomar decisiones estructurales. En Venezuela, la inflación, la escasez de productos básicos y la deuda externa se combinan con la presión diplomática estadounidense, que ha anunciado la intención de reforzar sanciones a funcionarios del gobierno.
Movilizaciones populares
El mismo día, simpatizantes del gobierno organizaron una marcha en la capital, según informó La Nación. Miles de personas portaron banderas tricolores y carteles que recordaban la figura de Simón Bolívar. La agrupación también contó con la participación de colectivos juveniles y organizaciones de base, que coreaban consignas a favor de la soberanía nacional.
La visión de la Patria Grande
En su intervención, Maduro recordó la idea de la “Patria Grande”, una propuesta de integración latinoamericana que busca contrarrestar la influencia norteamericana. El presidente garantizó que, “más temprano que tarde, volverá a estar unida la Patria Grande”, subrayando la necesidad de fortalecer los lazos con países aliados como Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Implicaciones de la coyuntura decisiva
Para los analistas, la declaración de Maduro implica una posible reorientación de la política interna, con medidas destinadas a reforzar el control del Estado sobre la economía y a intensificar la retórica antiimperialista. Al mismo tiempo, la movilización popular indica un respaldo significativo de sectores afines al gobierno, aunque la oposición sigue señalando la falta de libertades y la crisis humanitaria.
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