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Músculo y menos grasa abdominal rejuvenecen el cerebro, revela investigación

Un estudio científico reciente demuestra que aumentar la masa muscular y reducir la grasa abdominal puede retrasar el envejecimiento cerebral, mejorar la memoria y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo, ofreciendo una herramienta accesible para cuidar la salud mental a cualquier edad.

¿Qué reveló la investigación?

Un equipo de investigadores de diferentes universidades analizó a cientos de adultos entre 40 y 75 años y constató que quienes incrementaron su masa muscular y redujeron la grasa visceral mostraron una mejoría significativa en pruebas de memoria, velocidad de procesamiento y función ejecutiva. Los resultados indican que el cuerpo influye directamente en la salud del cerebro.

¿Por qué la masa muscular y la grasa abdominal son clave?

La masa muscular produce miocinas, proteínas que actúan como mensajeros antiinflamatorios y favorecen la neurogénesis (producción de nuevas neuronas). Por otro lado, la grasa abdominal o grasa visceral suele liberar citocinas proinflamatorias que pueden dañar los vasos sanguíneos cerebrales y acelerar el declive cognitivo.

Cómo lograr los cambios

  • Entrenamiento de fuerza: levantar pesas, usar bandas elásticas o realizar ejercicios con el propio peso corporal al menos 2‑3 veces por semana.
  • Alimentación equilibrada: priorizar proteínas magras, vegetales, frutas y grasas saludables, evitando azúcares y alimentos ultraprocesados.
  • Actividad aeróbica moderada: caminar, nadar o montar bicicleta 150 minutos semanales ayuda a quemar grasa visceral.

Impacto social y económico

Con el envejecimiento de la población mundial, el número de casos de demencia y Alzheimer está en aumento, generando costos sanitarios enormes. Incorporar rutinas de fortalecimiento muscular y control de la grasa abdominal podría reducir esos costos al disminuir la incidencia de deterioro cognitivo.

Conclusión

Mejorar la composición corporal no solo transforma la apariencia física; es un aliado potente para preservar y rejuvenecer el cerebro. Adoptar hábitos de ejercicio y alimentación adecuados se presenta como una estrategia preventiva de bajo costo y alta efectividad.