En una decisión inesperada, Whirlpool anunció el cierre definitivo de su fábrica de lavarropas en Pilar, Provincia de Buenos Aires, dejando sin trabajo a 220 trabajadores. La medida responde a la fuerte presión económica y a los cambios de política industrial en el país.
Contexto del cierre
El Grupo Whirlpool, líder mundial en electrodomésticos, comunicó el 25 de noviembre de 2025 que cesará las operaciones de su planta ubicada en la zona industrial de Pilar. La unidad, inaugurada en 2022, estaba especializada en la producción de lavadoras de carga frontal y contaba con una fuerza laboral de 220 empleados.
Motivos de la medida
Según la empresa, la decisión responde a varios factores:
- Elevada inflación que ha encarecido los costos de insumos y energía.
- Devaluación del peso que redujo la competitividad de los productos fabricados localmente.
- Cambios regulatorios y fiscales introducidos por el gobierno de Javier Milei, que han afectado a la industria manufacturera.
Los analistas económicos califican el cierre como una señal de los desafíos que enfrenta el sector productivo argentino en un entorno de alta incertidumbre.
Impacto social
El cierre de la planta generó la activación del Plan de Ajuste y Recolocación previsto por la legislación laboral argentina, que incluye indemnizaciones y asistencia para la búsqueda de nuevo empleo. Sin embargo, los sindicatos advierten que la medida podría desencadenar una ola de despidos en otras fábricas del país.
Reacción de la comunidad
Los residentes de Pilar expresaron preocupación por la pérdida de empleo y el impacto económico en la zona. Al mismo tiempo, la autoridad municipal anunció que se evaluarán incentivos para atraer nuevas inversiones industriales que reactivarán la actividad productiva.
Qué sigue para Whirlpool
Whirlpool indica que mantendrá su presencia comercial en Argentina a través de la red de distribuidores y centros de servicio, pero concentrará la fabricación de sus equipos en plantas de la región que ofrezcan mayores ventajas de costos.