El presidente Javier Milei está generando un “temblor” interno comparable al de la era Trump, mientras Argentina asume un rol más agresivo en negociaciones internacionales y es calificado como “saboteador” por algunos analistas extranjeros.
Contexto y antecedentes
Javier Milei, de 48 años, asumió la presidencia de Argentina en diciembre de 2023 con una agenda libertaria y una retórica desafiante. Desde entonces, sus políticas económicas y su estilo confrontativo han generado un clima de incertidumbre que recuerda a la turbulencia vivida en Estados Unidos bajo la gestión de Donald Trump (2017‑2021).
Comparaciones con la era Trump
Varios analistas de La Nación describen el escenario actual como un “terremoto” que replica los efectos de la política estadounidense de Trump: cambios bruscos en la normativa, confrontaciones con instituciones tradicionales y una fuerte polarización social. Al igual que Trump, Milei utiliza redes sociales para comunicarse directamente con sus seguidores, desestimando los canales mediáticos tradicionales.
Reacciones internacionales
Publicaciones como Financial Times y portales como Urgente24 califican a Milei de “saboteador” en organismos internacionales, al considerar que su postura confrontativa debilita la posición de Argentina en foros como la OPEP y la ONU.
Argentina busca un papel más desafiante
Según El Cronista, el gobierno está explorando una participación más activa y a veces conflictiva en negociaciones multilaterales, con el objetivo de obtener mejores condiciones comerciales y financieras. Este enfoque, sin embargo, ha generado críticas que advierten que el país podría quedar más vulnerable en el escenario global.
Impacto interno
Las decisiones de Milei han provocado protestas y debates intensos en la sociedad argentina, mientras sectores empresariales y sociales evalúan los riesgos y oportunidades de la nueva política exterior.
Qué esperar
El futuro inmediato dependerá de cómo Milei maneje la tensión entre su deseo de romper esquemas y la necesidad de mantener la estabilidad institucional. Observadores internacionales seguirán de cerca la evolución de este “temblor” político que, como indican los expertos, podría redefinir la posición de Argentina en América Latina y el mundo.