Un estudio reciente revela que la combinación de ejercicio aeróbico y entrenamiento de resistencia produce una disminución significativa de los niveles de azúcar en sangre, ofreciendo una estrategia potencialmente poderosa para la prevención y el manejo de la diabetes tipo 2.
Descubrimiento clave
Investigadores de la Universidad de Barcelona publicaron un informe que muestra cómo la práctica simultánea de ejercicio aeróbico (caminata rápida, ciclismo o natación) y entrenamiento de resistencia (levantamiento de pesas o ejercicios con bandas elásticas) reduce de forma notable los niveles de glucosa en sangre.
Los resultados indican que los participantes que combinaron ambos tipos de actividad durante al menos 30 minutos, tres veces por semana, obtuvieron una disminución del 12 % al 18 % en la glucemia en ayunas tras 12 semanas de intervención.
¿Por qué funciona?
El ejercicio aeróbico aumenta la sensibilidad a la insulina al estimular la captación de glucosa por los músculos. Por su parte, el entrenamiento de resistencia favorece la masa muscular magra, que actúa como un depósito natural de glucosa, mejorando el control glucémico a largo plazo.
Implicaciones para la salud pública
Con más de 537 millones de personas viviendo con diabetes a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la actividad física como pilar del manejo de la enfermedad. Este hallazgo aporta evidencia concreta para que profesionales de la salud orienten a pacientes y a la población general hacia rutinas integradas que maximicen el beneficio metabólico.
Recomendaciones prácticas
- Realizar 15‑20 minutos de cardio (correr, nadar, bicicleta) seguido de 15‑20 minutos de entrenamiento con pesas o ejercicios de peso corporal.
- Mantener una frecuencia de al menos tres sesiones semanales.
- Consultar a un médico antes de iniciar cualquier programa, especialmente si existen condiciones preexistentes.
El estudio completa una serie de investigaciones que vinculan la actividad física con la prevención de la diabetes y refuerzan la importancia de adoptar un estilo de vida activo.