El Gran Premio de Catar quedó marcado por la polémica maniobra entre Kimi Antonelli y Lando Norris, que desató una ola de críticas, una disculpa de Red Bull y, lo más grave, amenazas de muerte contra el joven piloto de Mercedes. La tensión se intensificó entre directivos y equipos, poniendo la convivencia en la F1 bajo la lupa.
La maniobra que encendió la polémica
En la última carrera del calendario, durante la segunda fase del Gran Premio de Catar, Lando Norris intentó un sobrepaso agresivo a Kimi Antonelli en la curva 13. La maniobra provocó un estrecho contacto que dejó a Antonelli fuera de la carrera y generó una gran polémica entre los equipos.
Reacciones inmediatas
Mercedes denunció que el piloto británico recibió amenazas de muerte a través de redes sociales, obligándolo a reforzar su seguridad personal. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) abrió una investigación para identificar a los responsables.
Disculpas y acusaciones
Red Bull emitió un comunicado pidiendo disculpas tras que un comentario interno fuera filtrado, calificando el incidente como “bullying” hacia Antonelli. La respuesta de Mercedes fue firme, exigiendo un trato respetuoso y sanciones para los autores.
Comentarios de los directivos
El director de Red Bull, Christian Horner, no intervino públicamente, pero Helmut Marko atacó duramente a Norris en la zona de boxes, llamándolo “descerebrado”. Por su parte, Toto Wolff, jefe de Mercedes, replicó con ironía, defendiendo la conducta de su piloto y criticando la falta de profesionalismo de Marko.
Impacto en el campeonato
El error de Antonelli, captado en vídeo, podría resultar decisivo en la lucha por el título, ya que el joven piloto mostró un desempeño prometedor en sus primeras vueltas. La controversia ha añadido una capa extra de presión tanto a Antonelli como a Norris en la recta final del campeonato.
¿Qué sigue?
La FIA promete sanciones si se confirma la autoría de las amenazas y continuará investigando los comentarios desmedidos de los directivos. Mientras tanto, la comunidad de fanáticos sigue dividida entre quienes respaldan a Norris y quienes condenan la agresividad en la pista.