En lo que va del año 2025, Argentina registra un fuerte repunte de casos de tos convulsa, con siete niños que ya han perdido la vida y la enfermedad duplicando su presencia en 19 provincias, mientras la cobertura vacunal sigue por debajo de los niveles necesarios.
Situación actual
Según datos recopilados por distintos medios, en los primeros once meses de 2025 se han confirmado siete muertes infantiles a causa de la coqueluche (también conocida como tos convulsa) en distintas regiones del país. Además, la incidencia de la enfermedad se ha duplicado respecto al mismo período del año anterior, afectando a 19 provincias donde la vacunación contra la pertussis es insuficiente.
¿Qué es la coqueluche?
La coqueluche es una infección bacteriana causada por Bordetella pertussis. Se caracteriza por accesos de tos intensa y prolongada que pueden dificultar la respiración, especialmente en lactantes y niños pequeños. Los síntomas suelen iniciar con un cuadro similar a un resfriado y evolucionar a tos espasmódica, a veces acompañada de vómitos después de cada episodio.
Tratamiento y prevención
El tratamiento temprano con antibióticos puede reducir la gravedad y la transmisión de la enfermedad. Sin embargo, la medida preventiva más eficaz es la vacunación. En Argentina, el esquema nacional incluye la vacuna DTP (difteria, tétanos y pertussis) en las siguientes dosis: 2, 4 y 6 meses de edad, refuerzo a los 15 meses y otro a los 6 años.
Problemas de cobertura vacunal
Las autoridades sanitarias alertan que la tasa de vacunación contra la coqueluche se sitúa alrededor del 70 % en algunas jurisdicciones, muy por debajo del 95 % recomendado para lograr la inmunidad de rebaño. Factores como la desinformación, el retraso en los programas de salud pública y la falta de acceso a los centros de vacunación han contribuido a este escenario.
Respuesta institucional
El Ministerio de Salud ha lanzado una campaña de refuerzo vacunal dirigida a los grupos de mayor riesgo, priorizando áreas donde se ha registrado mayor cantidad de casos. Además, se están reforzando los protocolos de detección precoz en centros de salud materno‑infantil y se ha pedido a la comunidad médica que mantenga alta sospecha diagnóstica ante cualquier cuadro de tos persistente.
Qué pueden hacer los padres
- Verificar el esquema de vacunación de sus hijos y acudir a los refuerzos pendientes.
- Consultar al pediatra ante los primeros síntomas de tos prolongada.
- Evitar la exposición a personas con tos intensa no tratada.
La vigilancia continua y la participación activa de la población son clave para contener este brote y proteger a los niños más vulnerables.