Tras las recientes declaraciones beligerantes de Vladimir Putin, los líderes europeos ponen en duda la buena fe de Moscú respecto al plan de paz propuesto por el expresidente Donald Trump para Ucrania, mientras Rusia rechaza un supuesto pacto con EE.UU. y mantiene una retórica de estar listo para iniciar una guerra.
Contexto del plan de paz de Trump
En 2020, el expresidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una iniciativa que buscaba una salida negociada al conflicto entre Rusia y Ucrania. El llamado “Plan de Paz de Trump” proponía un alto el fuego, la restitución de territorios a cambio de garantías de seguridad y un proceso de desarme supervisado por la OTAN y la ONU. Aunque nunca se implementó, sigue siendo citado en debates diplomáticos como referencia de una posible solución.
Amenazas recientes de Putin
El 2 de diciembre de 2025, el presidente ruso afirmó que Europa está “lista para iniciar una guerra” y que Rusia está “preparada para actuar inmediatamente” si ocurre. La declaración surgió tras una reunión con enviados estadounidenses, donde Putin habría insinuado que su discurso de paz es una fachada.
Respuesta de los gobiernos europeos
Varios ministros de asuntos exteriores de la UE, reunidos en Bruselas el mismo día, acusaron a Putin de fingir interés en la paz. Señalaron que los recientes mensajes agresivos contradicen cualquier compromiso real y que la amenaza de lanzar una guerra muestra una falta de credibilidad. Los líderes europeos reiteraron su apoyo al plan de Trump como una base para negociaciones, pero advirtieron que la única salida viable es la presión diplomática y económica.
Negación de un supuesto pacto con EE.UU.
En otro comunicado difundido el 2 de diciembre de 2025, el Ministerio de Defensa ruso desmintió la existencia de cualquier acuerdo con Estados Unidos sobre la situación en Ucrania, calificándolo de “información falsa”. Esta negación refuerza la sospecha europea de que Moscú utiliza la desinformación como herramienta de negociación.
Reuniones de alto nivel
Según fuentes de Clarín, Putin sostuvo una reunión de casi cinco horas con los empresarios estadounidenses Jared Witkoff y Jared Kushner. Los temas discutidos no fueron revelados, pero la duración sugiere una agenda compleja que podría incluir negociaciones económicas y estratégicas relacionadas con la crisis ucraniana.
En conjunto, estos eventos evidencian una profunda desconfianza entre Moscú y la Unión Europea, que se traduce en un clima de incertidumbre sobre cualquier iniciativa de paz, incluido el plano de Trump.