La Universidad Católica Argentina (UCA) sostiene que los últimos indicadores del INDEC exageran la reducción de la pobreza iniciada en 2023. Según su propio Observatorio Social, la tasa de pobreza se ubica en 36,3%, el nivel más bajo desde 2018, y advierte que la metodología oficial subestima la realidad de los hogares.
Discrepancia entre INDEC y la Universidad Católica Argentina
En una serie de declaraciones públicas, la Universidad Católica Argentina (UCA) ha puesto en tela de juicio los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre la pobreza. La institución argumenta que la metodología empleada por el organismo oficial sobreestima la reducción de la pobreza iniciada en 2023, al no capturar adecuadamente la caída de los ingresos y el deterioro del consumo de los hogares.
Los números de la UCA
El Observatorio Social de la UCA, que realiza un seguimiento independiente de los indicadores macroeconómicos, publicó que la tasa de pobreza descendió al 36,3 % en el tercer trimestre de 2023, el nivel más bajo registrado desde 2018. Este dato se refiere a la población en situación de pobreza monetaria, medida a partir del ingreso per cápita y la línea de pobreza oficial.
Sin embargo, la UCA advierte que cuando se consideran los hogares en situación de pobreza multidimensional –una medida que incorpora educación, salud, vivienda y acceso a servicios públicos– el porcentaje asciende al 30 % de los hogares, lo que indica una brecha significativa respecto a los resultados publicados por el INDEC.
¿Por qué el INDEC podría sobreestimar la baja?
Según los expertos de la UCA, la principal fuente de distorsión radica en la forma en que el INDEC actualiza la línea de pobreza y en la utilización de encuestas de hogares con muestreo limitado. La institución académica señala que la encuesta permanente de hogares (EPH) del INDEC no refleja adecuadamente la caída de la actividad informal ni los efectos de la inflación sobre los salarios reales.
Contexto macroeconómico
El informe del observatorio también destaca que, pese a la mejora en algunos indicadores macro (como la caída de la inflación en los últimos meses), el consumo interno continúa disminuyendo y la creación de empleo se mantiene rezagada. Estos factores, combinados, pueden explicar por qué la percepción oficial de una recuperación más profunda no se traduce en una reducción real de la pobreza.
Repercusiones y próximos pasos
La controversia entre el INDEC y la UCA abre el debate sobre la necesidad de actualizar la metodología de medición de la pobreza en Argentina. Analistas sugieren que una mayor inclusión de variables multidimensionales y una mejor cobertura de los sectores más vulnerables permitirían obtener una imagen más fiel de la situación socio‑económica del país.