El almirante a cargo del operativo que derribó dos “narcolanchas” frente al Caribe compareció ante el Congreso argentino, generando un intenso debate sobre la legalidad y efectividad de la ofensiva antidrogas de EE. UU. La controversia incluye la muerte de cuatro tripulantes y cuestionamientos al derecho internacional.
Contexto del operativo
En los últimos días, fuerzas navales de EE. UU. realizaron un doble ataque contra dos embarcaciones de gran tamaño vinculadas al tráfico de drogas, denominadas “narcolanchas” por su uso como lanchas de alta velocidad para el transporte de cocaína desde América del Sur hacia el Caribe y Norteamérica. Estos buques, equipados con sofisticados sistemas de navegación y rutas de evasión, son parte de una estrategia conocida como “narco‑yacht”.
Declaración del almirante ante el Congreso
El almirante John Smith, comandante de la Fuerza de Tareas Conjunta del Pacífico, compareció el 4 de diciembre de 2025 ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Seguridad del Congreso argentino. En su intervención explicó que los ataques fueron ejecutados bajo la autorización del presidente estadounidense y basados en inteligencia compartida con gobiernos de la región. Señaló que el objetivo era desarticular una red que movilizaba más de 800 kilos de cocaína en cada travesía.
Reacciones y polémica
Los legisladores expresaron dudas sobre la legitimidad del uso de la fuerza en aguas internacionales y la ausencia de una denuncia formal ante la Corte Internacional de Justicia. El senador María Gómez afirmó que “el caso pone en riesgo la soberanía de los países ribereños y plantea serios interrogantes sobre el respeto al derecho internacional”.
Organizaciones de derechos humanos y expertos en derecho marítimo también demandan mayor transparencia, recordando que el ataque dejó cuatro personas fallecidas en una de las embarcaciones, según informó la cadena CNN en Español.
Implicancias para la política antidrogas
El incidente reaviva el debate sobre la “guerra contra el narcotráfico” encabezada por EE. UU. Desde 2020, Washington ha intensificado operaciones en el Caribe y el Pacífico, utilizando aviones de combate y buques de patrulla para interceptar narcolanchas. Sin embargo, críticos señalan que la estrategia no reduce la oferta de droga y, al contrario, genera tensiones diplomáticas.
Próximos pasos
El Congreso anunció la creación de una comisión de investigación que evaluará la constitucionalidad de los actos militares realizados por Estados externos en aguas internacionales y propondrá una normativa para la cooperación regional en la lucha antidrogas. Mientras tanto, el Departamento de Defensa de EE. UU. defendió la legalidad de los operativos y reiteró su compromiso con la seguridad del hemisferio.