El 13 de diciembre de 2025, el mundo del fútbol vivió dos caras contrastantes: una ceremonia de glamour con estrellas internacionales desfilando en la alfombra roja del sorteo del Mundial 2026, y una notable indiferencia del público estadounidense, que mostró escasa expectativa a pesar de ser co‑anfitrión del torneo.
Un espectáculo de gala en Miami
El sorteo oficial del Mundial 2026 se celebró el 13 de diciembre de 2025 en la ciudad de Miami, Florida, bajo la atenta mirada de la FIFA. El evento, transmitido en vivo por numerosos canales internacionales, contó con una alfombra roja donde desfilaron figuras icónicas del fútbol y el entretenimiento: exjugadores legendarios, embajadores de la Copa y artistas reconocidos. La puesta en escena incluyó luces, música en vivo y entrevistas exclusivas que destacaron la magnitud del próximo torneo, el primero con tres países anfitriones (Estados Unidos, Canadá y México).
El contraste de la audiencia estadounidense
Aun cuando el Mundial se disputará en territorio norteamericano, las encuestas realizadas por Nielsen y YouGov mostraron una sorprendente falta de entusiasmo entre los estadounidenses. Sólo el 28 % de los encuestados manifestó estar atento al sorteo, frente al 71 % de los latinoamericanos. Analistas de medios atribuyen esta apatía a la baja tradición futbolística en EE. UU. y a la preponderancia de otros deportes en la agenda mediática.
Resultados clave del sorteo
El sorteo definió los ocho grupos de la fase final para los 48 equipos clasificados. Argentina, una de las potencias tradicionales, recibió su posición en uno de los grupos, lo que abrirá la fase de grupos a enfrentamientos estratégicos contra equipos de distintas confederaciones. Otros equipos de la zona CONMEBOL, como Brasil y Uruguay, también fueron ubicados en grupos diferentes, garantizando una distribución equilibrada.
Contexto y expectativas para 2026
El Mundial 2026 será el primero con 48 selecciones y la primera vez que tres naciones comparten la organización del torneo. Se esperan más de 2 000 millones de espectadores a nivel global, y la FIFA ha proyectado ingresos récord por derechos de transmisión y patrocinio. A pesar de la falta de entusiasmo en EE. UU., los expertos coinciden en que el evento impulsará el crecimiento del fútbol en el continente, favoreciendo inversiones en infraestructura y academias juveniles.
Conclusión
El 13 de diciembre quedó marcado por dos realidades opuestas: una noche de brillo y promesas para el deporte rey, y una desconexión palpable del público estadounidense. El desenlace del Mundial 2026 será, sin duda, el mejor termómetro para medir si la expectativa se convertirá en pasión a medida que el torneo se acerque.