Los representantes de los empleados del sector comercio firmaron un nuevo convenio que fija un aumento mensual de $60.000 en el salario básico, vigente desde febrero de 2025 y con revisión prevista para marzo de 2026. El acuerdo, resultado de intensas negociaciones, busca equilibrar la inflación y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores.
Acuerdo alcanzado
En una reunión celebrada a principios de febrero de 2025, los delegados de los empleados del sector comercio y la asociación patronal acordaron una suma fija de $60.000 mensuales que se sumará al salario básico de los trabajadores. El ajuste será efectivo a partir del mes de febrero y permanecerá vigente hasta la próxima revisión salarial programada para marzo de 2026.
Contexto de la paritaria
Una paritaria es la negociación colectiva entre los sindicatos y los empleadores para definir las condiciones salariales y laborales de un sector. En Argentina, estas negociaciones se realizan anualmente y son supervisadas por el Ministerio de Trabajo. En el caso del comercio, el último incremento fechado en 2023 había quedado desfasado frente a la alta inflación que ha registrado el país en los últimos años.
Qué implica el aumento
El incremento de $60.000 representa un ajuste significativo para la mayoría de los empleados de comercio, ya que muchos perciben salarios alrededor de los $200.000 a $300.000 mensuales. Con la nueva suma fija, el ingreso bruto de un trabajador que antes ganaba $250.000 pasaría a $310.000, lo que equivale a una alza del 24% en términos reales, antes de considerar retenciones y aportes.
Reacción de otros actores
Mientras que los sindicatos celebraron el acuerdo como una victoria para los empleados, algunos sectores mayoristas expresaron su rechazo, argumentando que el aumento podría trasladarse a los precios al consumidor. Sin embargo, la normativa vigente permite que los aumentos salariales sean negociados sin afectar directamente a los precios, siempre que las empresas mantengan su competitividad.
Próxima revisión
El convenio establece una revisión de salarios para marzo de 2026, momento en el cual se volverá a evaluar la situación inflacionaria y la capacidad de pago de los empleadores. Esta clausula brinda flexibilidad para ajustar nuevamente las condiciones económicas del sector.