El ex ministro de relaciones exteriores sirio, Abdul‑Fattah al‑Sharaa, anunció su compromiso de liderar la reconstrucción del país y urgió a la comunidad internacional a garantizar la estabilidad política y social en Siria, aún devastada tras una década de conflicto.
Compromiso de reconstrucción
En una entrevista concedida a DW, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Abdul‑Fattah al‑Sharaa, declaró que su principal prioridad es la reconstrucción integral de la nación, desde la infraestructura básica hasta la restitución de los servicios públicos esenciales. Al‑Sharaa subrayó que la reconstrucción no solo implica obras físicas, sino también la reconciliación y el retorno seguro de los desplazados.
Contexto del conflicto sirio
Desde 2011, Siria ha vivido una guerra civil que ha cobrado más de 500.000 vidas y ha generado más de 6,5 millones de desplazados internos y refugiados. Las ciudades de Alepo, Homs y Deir ez‑Zor presentan niveles críticos de destrucción, con más del 70 % de su infraestructura dañada o destruida. La falta de estabilidad política y la fragmentación del territorio han dificultado cualquier intento de recuperación.
Declaraciones de Al‑Sharaa
Al‑Sharaa afirmó que “la reconstrucción debe ser un proyecto nacional, apoyado por la comunidad internacional, y ejecutado con total transparencia”. Además, pidió a los actores regionales que respeten la soberanía siria y faciliten la vuelta de los refugiados, resaltando que “sin estabilidad política no hay camino viable para la reconstrucción”.
Retos y oportunidades
Los principales desafíos incluyen:
- Financiamiento: se estima que la reconstrucción requerirá entre 200 y 300 mil millones de dólares.
- Seguridad: la presencia de grupos armados fragmentados sigue amenazando la paz.
- Desplazamiento: alrededor de 4 millones de refugiados aún no pueden regresar.
Sin embargo, al‑Sharaa destacó oportunidades como la inversión en energía renovable y la modernización del sector agrícola, que podrían impulsar una economía más sostenible.
Reacciones internacionales
Organizaciones como la ONU y el ACNUR han reiterado su apoyo a la voluntariedad del retorno de los refugiados, pero advierten que los recursos deben destinarse a proyectos que garanticen derechos humanos y reconstruyan el tejido social.
Conclusión
El llamado de Al‑Sharaa representa una señal de que la élite política siria busca una salida al estancamiento. La efectividad de sus propuestas dependerá de la capacidad de alinear intereses internos y externos, lograr seguridad duradera y movilizar recursos financieros suficientes para volver a levantar el país.