Una investigación periodística revela cómo la empresa Sur Finanzas habría movido millones a través de sociedades pantalla, mientras Claudio “Chiqui” Tapia disfrutaba de una mansión con helipuerto y una flota de 120 autos de lujo, desencadenando procesos judiciales que amenazan al dirigente del fútbol argentino.
Contexto del escándalo
En los últimos meses, medios como Clarín, La Nación y Cadena 3 publicaron una serie de reportes que detallan una presunta trama de lavado de dinero vinculada a Sur Finanzas, la empresa que habría operado en nombre de Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). La denuncia parte de la existencia de compañías fantasmas que servirían para encubrir transferencias millonarias.
La red de empresas fantasma
Según los informes, Sur Finanzas habría creado al menos diecisiete sociedades pantalla, todas sin actividad económica real, cuyo objetivo era canalizar fondos provenientes de patrocinios y contratos publicitarios vinculados al fútbol. Estas estructuras permitirían mover dinero entre cuentas sin dejar rastro claro, una práctica típica en esquemas de lavado de activos.
Bienes de lujo vinculados a Tapia
Los reportes señalan que Tapia posee una mansión en Villa Rosa con helipuerto privado y un “asfalto a medida”. La propiedad cuenta con una amplia zona de parqueo donde se encuentran 120 autos de alta gama, entre marcas como Mercedes-Benz, Audi y Lamborghini. La empresa vinculada a la jubilada que gestionaba la compra de estos vehículos habría facturado cifras superiores a US$ 20 millones en los últimos dos años.
Avances judiciales
Un juez del Tribunal de la AFA habría solicitado la habilitación de una investigación formal contra Tapia por presunto delito de lavado de dinero y administración fraudulenta. Además, la Fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires abrió una causa separada para determinar la legitimidad de los recursos de la empresa Sur Finanzas y su relación con los bienes de lujo.
Repercusiones
El escándalo ha generado un amplio debate en la opinión pública y entre los dirigentes del fútbol, que exigen mayor transparencia y la renuncia de Tapia. Mientras tanto, la investigación sigue en curso y se espera que se revelen más documentos que corroboren la existencia de la red de empresas fantasma.