El día 10 de diciembre de 2025 el Tesoro nacional realizó una licitación de bonos en dólares que quedó marcada por una escasa demanda y tasas de interés elevadas, provocando una caída en los principales índices de renta fija del país.
Resumen de la licitación
El 10/12/2025 el Tesoro argentino emitió una serie de bonos en dólares con el objetivo de financiar el déficit fiscal y refinanciar vencimientos próximos. La operación recibió una aceptación limitada y los rendimientos subieron, lo que hizo que los principales bonos del mercado cerraran en rojo.
Reacción de los principales instrumentos
El Bonar 29, el referente de la deuda local a largo plazo, mostró una de sus peores jornadas de los últimos años. La falta de compradores llevó a una tasa de interés elevada, superando el 9,25 % que marcó la reciente subasta liderada por el ministro de Economía, Santiago Caputo.
Detalles de la subasta liderada por Caputo
En la operación anterior, Caputo logró captar apenas USD 910 millones, resultando en una tasa de descuento del 9,25 %. Esta cifra es significativamente más alta que la de subastas anteriores, lo que evidencia la presión sobre los costos de financiamiento externo.
Opciones que evalúa el Gobierno
Ante la escasa demanda, el Gobierno está considerando cuatro alternativas para afrontar los vencimientos en dólares programados para enero de 2026:
- Renegociar plazos y condiciones con los acreedores internacionales.
- Emitir bonos con cláusulas de ajuste cambiario.
- Utilizar reservas internacionales para cubrir parte de los pagos.
- Buscar apoyo de organismos multilaterales para reforzar la confianza del mercado.
Impacto en la cotización del dólar
La incertidumbre generada por la licitación también afectó la divisa local. El bono emitido por Caputo logró, sin embargo, una ligera apreciación del dólar al bajar la cotización de la moneda, ofreciendo una señal de calma temporal en los mercados cambiarios.
Perspectivas
Los analistas advierten que, mientras el gobierno no logre mejorar la percepción de riesgo, los costos de financiamiento seguirán en niveles altos. La combinación de baja demanda y altas tasas sugiere una presión sostenida sobre la deuda externa y una posible revisión de la estrategia de emisión de bonos en dólares.