A partir del 10 de diciembre de 2025, el Reino Unido enfrenta un brote de la variante K de la gripe H3N2 que ha saturado hospitales y obligado al cierre de cientos de centros educativos. La Organización Mundial de la Salud alerta sobre su rápida expansión en Europa y los posibles riesgos para América Latina.
Situación crítica en Reino Unido
El Ministerio de Salud británico confirmó el 10 de diciembre de 2025 la presencia de una nueva cepa de la gripe estacional, identificada como H3N2 variante K. En los últimos diez días, se han registrado más de 15.000 casos confirmados, con una tasa de hospitalización del 8%, mucho mayor que la media de la temporada.
Hospitales al borde del colapso
Los servicios de urgencias de Londres, Manchester y Birmingham aparecen saturados; se ha declarado estado de emergencia sanitaria en al menos cinco hospitales. Se han pospuesto cirugías electivas y se activa la protocol de triaje para priorizar casos críticos. El número de camas de cuidados intensivos disponibles ha disminuido en un 30% en la última semana.
Escuelas cerradas para contener contagios
Las autoridades locales han tomado la medida de cerrar temporalmente más de 200 escuelas y colegios, afectando a cerca de 120.000 estudiantes. Se recomienda el aislamiento domiciliario de 7 días para cualquier persona con síntomas compatibles y la vacunación inmediata con la vacuna trivalente actual, que muestra eficacia parcial contra la variante K.
Expansión en Europa y riesgos para América Latina
Según Infobae, la variante K ya se ha extendido a Francia, Alemania y España, generando picos de hospitalizaciones que superan los récords de los últimos cinco años. El Cronista advierte que la cercanía de los flujos migratorios y el comercio aumenta la probabilidad de que la cepa llegue a países latinoamericanos en las próximas semanas, especialmente a Argentina, Brasil y Chile.
Recomendaciones de la OMS y medidas preventivas
La Organización Mundial de la Salud, en su comunicado del 9 de diciembre de 2025, señaló que la variante K muestra una mayor afinidad por los receptores respiratorios humanos, lo que explica su rapidez de transmisión. La OMS insta a los gobiernos a reforzar la vigilancia epidemiológica, acelerar la distribución de vacunas actualizadas y promover el uso de mascarillas en espacios cerrados.
Para la población, la medida más efectiva sigue siendo la vacunación anual, el lavado frecuente de manos y evitar aglomeraciones mientras persista la alerta.