Científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, EE. UU., anunciaron el 15 de diciembre de 2025 la creación de una aleación sin precedentes que supera a cualquier otro material conocido en dureza y resistencia a la tracción. El nuevo compuesto, aún bajo patente, representa un salto cualitativo para la industria aeroespacial, militar y de energía, y actualmente solo se fabrica en un único centro del mundo.
Un hito en la ciencia de los materiales
Un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional de Oak Ridge logró sintetizar una aleación basada en tungsteno, rhenio y otros elementos de alta densidad. Según los autores del estudio, publicada en la revista Nature Materials, la composición muestra una dureza superior a 12 GPa en pruebas de indentación, superando el diamante sintético y cualquier aleación de alta entropía conocida hasta la fecha.
¿Qué caracteriza a un metal “superduro”?
La dureza de un material se mide habitualmente mediante la escala de Mohs o, en contextos industriales, por la resistencia a la indentación (GPa). Un valor por encima de 10 GPa indica una capacidad para resistir deformaciones plásticas extremas, lo que se traduce en mayor vida útil bajo condiciones de abrasión y carga mecánica.
Aplicaciones potenciales
- Aeroespacial: componentes de motores a reacción y turbinas que soporten temperaturas superiores a 2000 °C.
- Defensa: blindajes de vehículos y protectores balísticos con peso reducido.
- Energía: cavidades de contención para reactores de fusión y estructuras de plantas nucleares.
¿Por qué solo EE. UU. lo posee?
El proceso de fabricación requiere una combinación única de hornos de plasma, tratamiento de vacío y una cadena de suministro controlada de metales críticos, instalaciones que actualmente existen únicamente en el Laboratorio Oak Ridge. La patente internacional está en trámite, lo que limita la transferencia tecnológica a terceros países.
Implicancias económicas y geopolíticas
El descubrimiento refuerza la posición estratégica de EE. UU. en la carrera por la supremacía tecnológica. Analistas de Bloomberg estiman que, a largo plazo, la producción del nuevo metal podría generar ingresos superiores a 5 mil millones de dólares al año, impulsando sectores de defensa y energía renovable.