Un guardia del Ejército argentino, Rodrigo Gómez, fue hallado sin vida en la Quinta de Olivos el 13 de diciembre de 2025. Junto a su cuerpo, las autoridades encontraron una carta de despedida en la que confesaba una deuda de 2.000.000 de pesos y expresaba su angustia. El caso ha generado debate sobre la situación económica de los miembros de las fuerzas armadas y la seguridad del palacio presidencial.
Hallazgo y primeros informes
El 13 de diciembre de 2025, el personal de seguridad de la Quinta de Olivos descubrió el cuerpo sin vida de Rodrigo Gómez, custodio del Ejército asignado a la residencia oficial del presidente. Los primeros informes preliminares descartaron una causa violenta y apuntaron a una posible autolesión.
La carta de despedida
Junto al cuerpo se halló una carta escrita a mano en la que Gómez hablaba de su “gran tristeza” y confesaba una deuda de 2.000.000 de pesos. En el documento expresaba su deseo de no cargar a su familia con el peso de la obligación y solicitaba ser comprendido por sus superiores.
Contenido destacado de la carta
- Reconocimiento de la deuda y solicitud de perdón.
- Despedida a la familia, expresando amor y agradecimiento.
- Mención de su vínculo con el Ejército y la labor en la Quinta.
Contexto y repercusión
El caso ha reavivado el debate sobre la situación económica de los militares de rango bajo, quienes frecuentemente enfrentan dificultades financieras. Organizaciones de defensa de los derechos de los soldados han pedido al Ministerio de Defensa una revisión de los salarios y los planes de apoyo financiero.
Reacción institucional
El presidente de la República emitió un comunicado lamentando la pérdida y asegurando que se abrirá una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias precisas del fallecimiento. El Ministerio de Defensa manifestó su compromiso de brindar apoyo psicológico y económico a la familia del fallecido.
Identificación del soldado
Según la revista Revista Noticias, Rodrigo Gómez tenía 42 años y llevaba ocho años al servicio del Ejército, desempeñándose como custodio del Palacio de Olivos desde 2020.