Astrónomos alertan sobre la detección de un nuevo asteroide de proximidad que, a diferencia del cometa interestelar 3I/ATLAS, podría pasar cerca de la Tierra este mismo año. El hallazgo, realizado por el sistema de vigilancia ATLAS, permite seguir con precisión su trayectoria y descarta riesgos de impacto inmediato.
Un nuevo objeto cercano a la Tierra
El programa ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), dedicado a la detección temprana de cuerpos que pudieran representar una amenaza para nuestro planeta, ha anunciado el descubrimiento de un asteroide de reciente aparición. Este cuerpo celeste, aún sin nombre oficial, ha despertado la atención porque se prevé que realice un paso relativamente cercano a la órbita terrestre durante el resto de 2025.
Diferencias con el cometa interestelar 3I/ATLAS
En los últimos meses, el foco de los medios estaba centrado en el cometa intersticial 3I/ATLAS, catalogado como el tercer objeto de origen extrasolar descubierto tras ‘Oumuamua y 2I/Borisov. El nuevo asteroide, sin embargo, pertenece a la familia de los llamados NEOs (Near‑Earth Objects), es decir, cuerpos cuyo perihelio está a menos de 1,3 UA del Sol y que pueden cruzar la órbita terrestre. A diferencia de 3I/ATLAS, que proviene del espacio interestelar, este asteroide orbita dentro del Sistema Solar.
Características conocidas y seguimiento
Los primeros datos obtenidos por ATLAS indican que el objeto tiene un diámetro estimado entre 30 y 70 metros, rango típico para asteroides que se detectan a través de técnicas de fotometría diferencial. Su trayectoria ha sido calculada con precisión suficiente como para descartar una colisión con la Tierra en los próximos meses; el paso más cercano se sitúa a varios cientos de miles de kilómetros, distancia comparable a la de la Luna.
Conforme se acumulan más observaciones, telescopios de todo el mundo, incluido el radar de Arecibo (aunque actualmente fuera de servicio, se espera la reactivación parcial en 2026), y la red de observatorios ópticos, afinarán los parámetros orbitales y la composición superficial del asteroide.
Importancia del sistema ATLAS
ATLAS, operado por la Universidad de Hawai’i, cuenta con varios telescopios situados en ubicaciones estratégicas del hemisferio norte y sur. Su objetivo principal es detectar, con al menos dos días de antelación, objetos que pudieran impactar la Tierra. En los últimos diez años, ATLAS ha identificado más de 1 200 NEOs, contribuyendo decisivamente a la cartografía del entorno cercano al planeta.
¿Qué implica este hallazgo?
Si bien la proximidad del asteroide genera interés científico, los expertos subrayan que no representa una amenaza inminente. La noticia, sin embargo, sirve como recordatorio de la vigilancia constante que requiere nuestro vecindario cósmico y del valor de los sistemas de alerta temprana.
Se espera la publicación de un boletín oficial del Minor Planet Center (MPC) en los próximos días con la designación provisional del asteroide y detalles adicionales sobre su órbita y composición.