El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado, alcanzó su punto más próximo a la Tierra el 19 de diciembre de 2025 a 1,8 UA (≈270 millones km). Astrónomos de NASA, ESA y JAXA capturaron por primera vez su halo de rayos X, mientras que el Virtual Telescope Project ofrecerá una transmisión en vivo para quienes quieran observarlo con telescopios medianos.
Descubrimiento y trayectoria
El sistema de telescopios ATLAS (Asteroid Terrestrial‑impact Last Alert System) detectó por primera vez el objeto 3I/ATLAS el 1 de julio de 2025 desde Río Hurtado, Chile. Su órbita hiperbólica indicó un origen fuera del Sistema Solar, convirtiéndose en el tercer visitante interestelar después de 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov.
Máximo acercamiento a la Tierra
Según el Laboratorio de Astronomía Solar de la Academia de Ciencias de Rusia, el cometa cruzó su punto de mayor proximidad el 19 de diciembre de 2025 a las 06:00 GMT (03:00 hora local en Argentina). La distancia registrada fue de 1,8 unidades astronómicas, equivalentes a 270 millones km (≈268,918,000 km), casi el doble de la distancia Tierra‑Sol.
Observaciones en rayos X
El 30 noviembre de 2025 el Telescopio Espacial Hubble volvió a fotografiar 3I/ATLAS. Más importante, la misión japonesa XRISM observó al cometa durante 17 horas a finales de noviembre, capturando un halo de rayos X que se extiende hasta 400,000 km del núcleo. El observatorio europeo XMM‑Newton confirmó el resplandor rojo‑X el 3 de diciembre de 2025. Estos datos sugieren que el viento solar interactúa con gases expulsados (H₂O, CO, CO₂) creando emisividad X‑ray, un fenómeno no detectado en los cometas interestelares anteriores.
Cómo observarlo
El cometa no es visible a simple vista; su magnitud óptica ronda 11‑12. Se necesita un telescopio de al menos 20 cm de apertura (8 pulgadas) o binoculares de gran potencia en cielos oscuros. El Virtual Telescope Project transmitirá en vivo a las 04:00 UTC del 19 dic (11 p.m. ET del 18 dic). En caso de nubosidad, la emisión se retrasará 24 horas.
Implicaciones científicas
El análisis espectral mostró una composición inusual: altos niveles de CO, CO₂ y níquel, con escasa presencia de hierro. La ausencia de una coma dominada por vapor de agua y la emisión de X‑ray ofrecen una nueva ventana para estudiar la química de cuerpos originados en sistemas estelares distintos al nuestro. Estas observaciones podrían aportar pistas sobre la panspermia, la hipótesis de que la vida se propagó entre estrellas mediante cometas y asteroides.
El cometa seguirá su recorrido hacia el exterior del Sistema Solar, se espera que cruce la órbita de Júpiter alrededor del 16 de marzo de 2026 a unos 53 millones km, y abandonará definitivamente nuestro vecindario a finales de 2026.