Según el Banco Central, la morosidad en tarjetas de crédito y préstamos personales de los hogares argentinos se disparó en octubre de 2025, alcanzando 7,7% y 9,9% respectivamente, los niveles más altos desde 2010, reflejando la presión del estancamiento salarial y el aumento del endeudamiento.
Datos alarmantes de morosidad
El informe del Banco Central (BCRA) muestra que en octubre de 2025 la morosidad total del crédito al sector privado llegó a 4,5% del total financiado, mientras que la situación de los hogares alcanzó un récord histórico del 7,8% desde que el organismo registra datos en 2010. Los préstamos personales fueron los más afectados, con un índice de incumplimiento que subió 0,8 puntos en el mes, situándose en 9,9%, casi triplicándose respecto al 3,3%</strong registrado en diciembre de 2024.
En cuanto a las tarjetas de crédito de individuos, la morosidad llegó a 7,7% del total financiado, incrementándose 0,3 puntos respecto al mes anterior y 5,8 puntos frente a finales de 2024.
Contexto económico y social
Este deterioro se produce en un contexto de salarios estancados y alta inflación. Según el INDEC, el 60 % de los asalariados ganó menos de $950.000 en el tercer trimestre de 2025, muy por debajo de la canasta de consumo mínima estimada en $2.027.283 para octubre. La brecha salarial entre hombres y mujeres se amplió, con ingresos promedio de $1.084.360 para hombres y $769.252 para mujeres.
La combinación de ingresos insuficientes y el fácil acceso a crédito –via adelantos de sueldo, tarjetas y préstamos personales bajo la gestión del gobierno actual – ha llevado a que muchos hogares recurran al pluriempleo y a la refinanciación con tasas elevadas, generando un círculo vicioso de endeudamiento.
Respuesta del sector financiero y del gobierno
Los bancos, alertados por el aumento sostenido de la morosidad, han endurecido requisitos y reducido la oferta de crédito, mientras que el Gobierno, tras las elecciones, buscó bajar la tasa de interés para abaratar el costo del dinero, aunque los efectos aún son limitados.
Expertos sugieren la necesidad de medidas estructurales, como un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, la creación de un banco estatal único que ofrezca créditos a bajo costo y la actualización de la canasta mínima de consumo acorde a la inflación.
Impacto en las empresas
En contraste, la morosidad de las empresas se mantuvo mucho más baja, con un 1,9% del total financiado en octubre, aunque también muestra una leve alza de 0,2 puntos en el mes.
En síntesis, la creciente morosidad familiar evidencia la fragilidad del consumo interno y la urgencia de políticas que refuercen el poder adquisitivo de los hogares argentinos.
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