Un nuevo estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters revela que el exoplaneta PSR J2322‑2650b, a más de 2 000 años luz, tiene la masa de Júpiter, una atmósfera dominada por helio y carbono y una silueta alargada que recuerda a un limón, consecuencias de la intensa fuerza de marea de un pulsar.
Hallazgo y método de detección
El exoplaneta PSR J2322‑2650b fue detectado inicialmente en 2011 por el radiotelescopio Parkes en Australia. Sin embargo, los detalles más sorprendentes sobre su forma y composición fueron revelados en diciembre de 2025 gracias al telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA, cuyas observaciones de tránsito permitieron analizar la luz que atraviesa su atmósfera.
Características principales
- Masa: equivalente a la de Júpiter, lo que lo clasifica como gigante gaseoso.
- Forma: su diámetro ecuatorial supera al polar en un 38 %, describiéndose como un “planeta limón” debido a la fuerte deformación elíptica.
- Órbita: completa una vuelta alrededor de su estrella anfitriona, un pulsar, cada 7,8 horas, a apenas un millón de kilómetros de distancia.
- Atmósfera: dominada casi exclusivamente por helio y carbono molecular, sin presencia apreciable de hidrógeno, oxígeno o nitrógeno.
¿Por qué es tan inusual?
La combinación de una masa joviana con una atmósfera rica en helio y carbono nunca antes se había observado en los más de 150 exoplanetas estudiados por el JWST. Los científicos atribuyen la extraña composición a procesos de formación bajo condiciones extremas, posiblemente vinculadas a la pérdida masiva de masa que habría sufrido el planeta al estar tan cerca de un pulsar.
Fuerzas de marea y deformación
La proximidad al pulsar genera intensas fuerzas de marea que estiran el planeta, dándole la característica forma de limón. Esta interacción también provoca una transferencia de material del planeta al pulsar, un fenómeno que, según los autores, sería “único” entre los exoplanetas conocidos.
Debate sobre su origen
Los investigadores contemplan dos hipótesis principales: (1) que PSR J2322‑2650b sea el remanente de una estrella parcialmente devorada por el pulsar, lo que lo convertiría en un caso extremo de “sistema viuda negra”; (2) que sea un tipo de planeta completamente desconocido hasta ahora, cuya existencia desafía la taxonomía planetaria vigente. El astrofísico Michael Zhang, de la Universidad de Chicago, comentó que “podríamos estar ante el núcleo de una estrella devorada o frente a un planeta jamás imaginado”.
Implicaciones para la ciencia
Este descubrimiento obliga a revisar los modelos tradicionales de formación planetaria y a explorar cómo los gigantes gaseosos pueden sobrevivir y adaptarse a entornos tan hostiles. La comunidad internacional considera que el hallazgo amplía el abanico de posibilidades en la búsqueda de exoplanetas y subraya la “creatividad de la naturaleza” que supera las expectativas de la astrofísica moderna.
Fuente
Artículo original: Ámbito – 23 de diciembre 2025
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