El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla para la Ciudad de Buenos Aires el 24 de diciembre de 2025, con intensas lluvias, granizo y vientos de hasta 80 km/h, mientras el AMBA registra sensación térmica de 38 °C y se preveían fuertes tormentas nocturnas.
Alerta amarilla por tormentas en CABA
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) declaró alerta amarilla para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde las 03:00 hasta las 08:59 del 24 de diciembre de 2025. Se pronostican lluvias intensas con acumulados entre 30 y 60 mm, granizo ocasional y ráfagas de viento de hasta 80 km/h.
Datos meteorológicos actuales
- Temperatura: 29 °C
- Humedad: 67 %
- Probabilidad de precipitaciones: 100 %
- Viento: 6 km/h
Pronóstico extendido
Para el 25 de diciembre se espera lluvia moderada, humedad del 85 % y vientos del sur. El 26 de diciembre el cielo será claro con máximas de 31 °C. El 27 de diciembre se prevén nubes dispersas y temperaturas de 32 °C. Los días 28 y 29 se anticipan noches muy nubosas.
Alertas en otras regiones
Además del AMBA, el SMN emitió alerta amarilla por tormentas en provincias como Santa Fe, Entre Ríos, sur de Córdoba, norte de San Luis, este de San Juan, suroeste de La Rioja, oeste de Catamarca, Tucumán, norte de Santiago del Estero, Salta y Jujuy. En Santa Cruz la alerta es amarilla por viento. La alerta naranja cubre centros de Córdoba, noreste de La Rioja, este de Catamarca y zona central‑sur de Santiago del Estero, con precipitación estimada entre 50 y 150 mm y ráfagas de hasta 90 km/h.
Qué significa la alerta amarilla
La alerta amarilla indica la posibilidad de fenómenos meteorológicos de intensidad moderada a fuerte que pueden generar inconvenientes en la movilidad y riesgos menores para la población. Se recomienda estar atento a los avisos oficiales y evitar desplazamientos innecesarios.
Contexto del calor extremo
Durante los últimos días el AMBA experimentó sensaciones térmicas superiores a 37 °C, impulsadas por temperaturas máximas cercanas a 35 °C. Este calor intenso precede a la llegada de las tormentas nocturnas, generando una combinación de alto riesgo hídrico y térmico para la noche de Nochebuena.