Marina Urrizola, directora ejecutiva del Centro para la Observación y Fortalecimiento Electoral de América Latina y el Caribe, denuncia el mutismo de la comunidad internacional mientras el Consejo Nacional Electoral de Honduras permite una manipulación del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) que compromete la legitimidad del proceso electoral del 30 de noviembre de 2025.
Una denuncia contundente
En su artículo publicado el 28 de diciembre de 2025 en NODAL.am, Marina Urrizola cuestiona la “sobrevalorada” comunidad internacional, señalando que su silencio se vuelve cómplice ante la desintegración de la democracia hondureña. La autora, directora ejecutiva del Centro para la Observación y Fortalecimiento Electoral de América Latina y el Caribe, advierte que la falta de respuestas internacionales legitima la vulneración de la voluntad popular.
Manipulación del TREP
Desde antes de la jornada electoral del 30 de noviembre de 2025, surgieron alertas sobre el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). Urrizola indica que los fallos no fueron meros incidentes técnicos, sino “una manipulación desde su concepción”. Se observa una intervención arbitraria de los parámetros del sistema, vulnerando normas técnicas y legales.
Secuestro del escrutinio
La Ley Electoral de Honduras establece un procedimiento detallado para el escrutinio especial. Según la autora, el proceso actual parece estar manejado por un “grupete” partidario, con observadores internacionales que, según ella, han “olvidado su deber de imparcialidad”. La custodia del voto requiere el conteo exhaustivo de actas y, cuando sea necesario, el recuento voto por voto, garantizando que las urnas reflejen la verdadera voluntad del electorado.
El llamado a la institucionalidad
Urrizola enfatiza que la Constitución Nacional y el marco legal hondureño disponen de mecanismos para enfrentar crisis electorales. Si los resultados se consideran “irreconstruibles” bajo la normativa, la solución debe buscarse en la Carta Magna, no en los intereses de un partido político. La autora insta al Consejo Nacional Electoral (CNE) a respetar las leyes que lo regulan y a publicar los informes técnicos pertinentes.
Conclusión y pedido a la comunidad internacional
El artículo concluye con una advertencia histórica: el silencio de la comunidad internacional valida el atropello a la voluntad popular. Marina Urrizola llama a la acción, pidiendo que la fuerza de la ley y la ética prevalezcan y que Honduras sea respetada como democracia soberana.
Fuente: NODAL.am