Las olas de calor que se esperan para finales de diciembre superarán los 35 °C y podrían alcanzar los 40 °C. Expertos advierten que la deshidratación y el golpe de calor pueden aparecer en minutos y ponen de relieve la importancia de reconocer síntomas tempranos y aplicar medidas de prevención eficaces para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Un verano sin precedentes
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que la ola de calor que comenzó a mediados de diciembre alcanzará su pico el miércoles 31 de diciembre de 2025, con temperaturas entre 36 °C y 40 °C en gran parte del país. Para el verano 2026 se proyecta un 45 % más de presión térmica, lo que implica una mayor frecuencia e intensidad de estas olas.
¿Qué es el golpe de calor?
Según la infobae, el golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40 °C y el organismo pierde la capacidad de enfriarse mediante la sudoración. El daño puede afectar cerebro, corazón, riñones y hígado, y la mortalidad del tipo clásico (exposición prolongada) oscila entre el 10 % y el 65 %.
Tipos y grupos de riesgo
- Golpe de calor clásico: exposición prolongada; afecta mayormente a niños menores de 2 años, adultos mayores y personas con comorbilidades.
- Golpe de calor por esfuerzo: se produce tras actividad física intensa; tasas de mortalidad entre 3 % y 5 %.
Los grupos vulnerables incluyen niños menores de 1 año, adultos mayores de 65 años y pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes o problemas respiratorios.
Síntomas que no deben subestimarse
Los primeros signos son inespecíficos: mareos, confusión, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. La enfermedad progresa rápidamente y pueden aparecer piel caliente y seca, taquicardia, convulsiones, pérdida de conciencia y, en casos graves, choque y coma.
Recomendaciones de prevención
El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en su nota del 26 de diciembre de 2025, detalló medidas clave (fuente):
- Hidratación constante: beber agua varias veces al día, sin esperar a sentir sed. Adultos: al menos 2 L diarios; lactantes: mayor frecuencia de lactancia.
- Evitar la exposición directa al sol entre las 10 h y las 16 h. Buscar sombra y permanecer en ambientes ventilados.
- Usar protector solar SPF 30 o mayor, renovar cada dos horas; ropa ligera, de colores claros y de algodón; sombreros de ala ancha.
- Limitar la actividad física intensa; si se realiza, hacerlo en las horas más frescas del día y acompañarla de hidratación previa, durante y después.
- Alimentación: consumir frutas y verduras con alto contenido de agua; evitar comidas pesadas, bebidas alcohólicas, con cafeína o azucaradas, y evitar líquidos muy fríos o muy calientes.
- Vigilancia de signos de alerta: sed intensa, piel seca, fiebre > 39 °C, mareos, confusión, falta de lágrimas, vómitos.
Qué hacer ante los primeros síntomas
Si aparecen síntomas leves, trasladar a la persona a un lugar fresco, aflojar la ropa y aplicar compresas de agua fresca sobre el cuerpo. Ofrecer agua si está consciente. En caso de empeoramiento (pérdida de consciencia, convulsiones) llamar al 911 de inmediato.
Cuidados especiales para niños, ancianos y mascotas
Los bebés deben permanecer bajo sombra y recibir lactancia frecuente; los adultos mayores deben recibir agua cada 30 min aunque no tengan sed. Las mascotas también necesitan agua fresca y nunca deben quedarse en vehículos cerrados.
Conclusión
Ante el incremento de las olas de calor, la prevención y la detección temprana son las mejores armas para evitar tragedias. Mantenerse hidratado, buscar sombra y reconocer rápidamente los signos de golpe de calor pueden salvar vidas.
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