Una nueva ola de herramientas basadas en IA está siendo usada para crear fórmulas de sustancias prohibidas, provocando alarma entre autoridades sanitarias y legisladores en varios países. El fenómeno, que ya se observó en España, está generando un intenso debate sobre la responsabilidad de los desarrolladores y la necesidad de regular su uso.
El auge de la IA en la creación de sustancias ilícitas
Desde finales de 2024, plataformas como ChatGPT, Claude o Bard han empezado a recibir peticiones de usuarios que solicitan «códigos» o “recetas” para sintetizar drogas de diseño. Estas solicitudes se enmarcan dentro de un fenómeno emergente llamado “drogar IA”, que consiste en emplear algoritmos generativos para producir instrucciones químicas detalladas.
Cómo funciona el proceso
Los usuarios redactan prompts como “dame una fórmula para una droga alucinógena que sea difícil de detectar”. Los modelos, entrenados con grandes volúmenes de datos científicos, pueden combinar información de literatura química, patentes y bases de datos públicas para generar pasos de síntesis. En algunos casos, los resultados incluyen nombres de reactivos, concentraciones y condiciones de reacción.
Reacción de autoridades y expertos
El 26 de diciembre de 2025, el diario Deia informó que la policía de Bizkaia había rastreado varios casos donde sospechosos utilizaban ChatGPT para obtener instrucciones de síntesis de metanfetaminas y opioides sintéticos (fuente). La agencia española de medicamentos (AEMPS) emitió un comunicado advirtiendo sobre el riesgo de que la IA facilite la producción clandestina de drogas y solicitó a los proveedores de IA que implementen filtros más estrictos.
Implicaciones legales y éticas
El debate se ha centrado en qué responsabilidad recae sobre los creadores de estos sistemas. Mientras que OpenAI y sus competidores afirman que “no se permite la generación de contenido peligroso”, críticos señalan que los filtros actuales son insuficientes y que los usuarios pueden eludirlos con variaciones sutiles del prompt.
Qué se está haciendo al respecto
- Los gobiernos de España, Francia y Alemania están considerando leyes que obliguen a los desarrolladores a monitorear y bloquear solicitudes relacionadas con sustancias prohibidas.
- Organizaciones de salud pública están creando campañas de concienciación para usuarios jóvenes que podrían estar expuestos a esta información.
- Empresas de IA anuncian la incorporación de “modelos de seguridad” basados en aprendizaje reforzado para identificar y rechazar demandas de contenido químico peligroso.
Perspectivas de futuro
Según expertos en ciberseguridad, el fenómeno de “drogar IA” apenas está en sus primeras etapas. La combinación de IA generativa y acceso a bases de datos químicas plantea un desafío que requerirá cooperación internacional, legislación actualizada y avances técnicos en detección de abuso.
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