A partir del 2 de enero el dólar mayorista abrirá alrededor de $1.455 bajo un nuevo esquema de bandas ajustadas por inflación; el Gobierno afrontará el primer gran vencimiento de deuda ($4.200 mm) y reordenará los subsidios a luz y gas, marcando el inicio del tercer año de gestión de Javier Milei.
Nuevo esquema de bandas cambiarias
El 2 de enero de 2026 entran en vigor las nuevas bandas de flotación cambiaria que sustituyen el ajuste fijo del 1 % mensual. A partir de entonces el techo y el piso de la banda se actualizarán diariamente según la inflación oficial con dos meses de rezago (IPC de noviembre 2025, 2,5 %).
Con ese cálculo, el techo pasará de $1.526,09 a aproximadamente $1.564 a fines de enero; en febrero se estimará $1.597, en marzo $1.627, en abril $1.655, en mayo $1.685, en junio $1.711 y en julio $1.737.
Vencimientos de deuda externa
El 9 de enero de 2026 vencerá una deuda privada de US$4.200 millones. El Tesoro ya dispone de US$1.800 millones y necesita recaudar al menos US$2.400 millones adicionales. Las alternativas contempladas son:
- Emisión de bonos en dólares (similar al Bonar 29).
- Colocación de títulos de corto plazo.
- Utilizar los pesos que el Tesoro tiene en los bancos y comprar dólares al BCRA.
- Acuerdos de Repo con bancos internacionales (hasta US$7.000 millones según declaraciones de Luis Caputo).
Reordenamiento de subsidios a energía
En enero se aplicarán subas promedio del 2,5 % a la energía eléctrica y al gas natural; AySA restablecerá un ajuste del 4 %. Además, se eliminará la segmentación tarifaria actual y se implementará el modelo de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF) con dos categorías:
- Hogares con subsidio: ingresos familiares menores a $3.771.987 (equivalente a 3 CBT del INDEC).
- Hogares sin subsidio: pagarán el costo pleno.
Se mantendrá una bonificación del 50 % para consumos de 300 kWh en los meses de mayor demanda (dic‑feb, may‑ago) y 150 kWh en los intermedios. La Secretaría de Energía podrá aplicar una bonificación extraordinaria de hasta el 25 % que se reducirá progresivamente durante 2026.
Contexto económico y perspectivas
El objetivo del nuevo esquema es evitar una apreciación real del peso, recomponer reservas y dar mayor margen de maniobra al BCRA ante shocks externos. Economistas advierten que el ajuste por inflación pasada genera tensiones en la formación de tasas de interés y que el control cambiario para personas jurídicas sigue siendo un freno a la inversión. El desempeño del turismo emisivo será un termómetro clave para evaluar la presión sobre el dólar durante el verano.
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