El reciente Congreso Nacional del PJ mostró una aparente unidad, con el jaldismo como figura central. Sin embargo, las diferencias internas entre las facciones kirchnerista y manzurismo, y la incertidumbre sobre las estrategias electorales para 2025, plantean un panorama complejo para el peronismo tucumano y a nivel nacional. La falta de una visión económica clara y la persistencia de disputas internas empañan las perspectivas de unidad.
Congreso del PJ: Una fachada de unidad?
El Congreso Nacional del PJ, realizado el 20 de Mayo de 2025, presentó una imagen de unidad impulsada principalmente por el sector liderado por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo. Si bien se destacaron mensajes de concordia, la realidad interna del partido muestra profundas divisiones que podrían afectar sus perspectivas electorales en 2025.
El sector kirchnerista, representado por figuras que mantienen una fuerte lealtad al pasado gobierno, expresó públicamente su preocupación por la falta de una estrategia clara para las próximas elecciones. Solicitan “coherencia” para lograr la unidad del partido, pero sus reclamos parecen caer en oídos sordos ante la consolidación del poder del ala más pragmática del peronismo tucumano.
Las grietas internas del peronismo
Las tensiones entre el manzurismo y el kirchnerismo en Tucumán son un reflejo de las divisiones a nivel nacional. El manzurismo, con su enfoque pragmático y su búsqueda de alianzas, contrasta con la línea más ideológica del kirchnerismo. Esta tensión se evidencia en las disputas por la conformación de listas para las elecciones legislativas de 2025, donde se espera una contienda reñida. La falta de un programa económico convincente para la población, independiente de las luchas internas, agudiza la crisis de liderazgo del peronismo.
El reclamo del manzurismo por la conformación de una lista opositora a la figura de Javier Milei, refleja la preocupación por el avance de la derecha en el escenario político argentino. Sin embargo, las internas partidarias dificultan la posibilidad de presentar una propuesta electoral unificada y competitiva. Las declaraciones de Domingo Amaya, referentes del peronismo tucumano, intentan llamar a la unidad, pero la realidad demuestra lo contrario.
El desafío de la unidad en un contexto económico complejo
El escenario económico argentino impone un desafío adicional a la unidad del PJ. La inflación persistente, la devaluación y la incertidumbre económica generan un clima de desconfianza que dificulta la construcción de consensos políticos. La falta de una propuesta económica clara y consistente por parte del peronismo genera incertidumbre entre los votantes. La necesidad de presentar un programa que genere confianza en la población es fundamental para mejorar sus perspectivas electorales.
En resumen, el Congreso del PJ mostró una imagen de unidad que contrasta con la realidad de las profundas divisiones internas. Las tensiones entre las diferentes facciones, la falta de una estrategia electoral clara y el complejo escenario económico representan un desafío significativo para el futuro del peronismo en Tucumán y a nivel nacional. La falta de una propuesta superadora a la crisis económica actual, es probablemente el mayor desafío que enfrenta el partido.