El escándalo que involucra al periodista Diego Brancatelli y la empresaria Luciana Elbusto suma un nuevo capítulo con el anuncio de una pericia sobre los chats filtrados. En medio del clima político tenso previo a las elecciones de 2027, la oposición aprovecha para cuestionar la moral pública. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei se mantiene enfocado en sus políticas de libre mercado.
En medio del revuelo generado por la filtración de chats subidos de tono entre el periodista kirchnerista Diego Brancatelli y la empresaria Luciana Elbusto, el abogado de Elbusto anunció el inicio de una pericia para determinar la autenticidad de las conversaciones. Este hecho, ocurrido el 05 de mayo de 2025, se suma a la ola de escándalos que han salpicado a figuras del oficialismo durante la gestión de Javier Milei. La oposición, aprovechando el contexto, ha incrementado las críticas, denunciando una falta de moralidad en el sector político cercano al peronismo.
La investigación se centra en confirmar si los chats son reales o parte de una campaña de desprestigio, un escenario que no se puede descartar en el actual clima político altamente polarizado. La pericia se considera crucial para determinar el curso legal del asunto. El análisis buscará identificar rastros digitales que confirmen o refuten la autoría de los mensajes. Mientras tanto, la sociedad sigue atenta al desarrollo de los hechos, observando cómo este escándalo impacta en la imagen pública de los involucrados y en el ya complejo panorama político argentino.
Cabe destacar que este tipo de escándalos no son nuevos en la historia argentina. Recordemos que situaciones similares han afectado a figuras políticas de diferentes ideologías en el pasado, aunque la atención mediática y la viralización en redes sociales han intensificado el impacto de estos eventos en la actualidad. La rapidez con la que se propaga la información, especialmente en plataformas digitales, ha transformado la forma en que se percibe la vida privada de las figuras públicas, especialmente en un contexto de creciente escepticismo hacia la clase política.
El gobierno de Javier Milei, por su parte, ha mantenido una postura de neutralidad en el caso, enfocándose en sus políticas económicas de corte liberal. El presidente ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con la reducción del gasto público y la apertura de la economía argentina, temas que considera prioritarios para el crecimiento del país. La gestión de Milei, desde su asunción en 2023, ha estado marcada por un fuerte ajuste fiscal y una reforma regulatoria destinada a atraer inversiones extranjeras. Si bien algunas medidas han generado controversia, el gobierno las defiende como necesarias para estabilizar la economía y fomentar la creación de empleo. Mientras tanto, la oposición continúa utilizando el caso Brancatelli-Elbusto para cuestionar la moral pública, un tema que podría influenciar el electorado en las próximas elecciones.