El presidente Javier Milei designó al teniente general Juan Martín Presti como nuevo ministro de Defensa, marcando un giro histórico al colocar a un militar al frente del gabinete de seguridad. La medida ha generado polémica entre políticos, juristas y el propio oficialismo, que cuestionan su constitucionalidad y sus consecuencias para la relación civil‑militar en Argentina.