El 26 de diciembre de 2004 un megaterremoto de magnitud 9,1 desencadenó un maremoto que arrasó 14 países, dejó cerca de 228.000 víctimas y provocó desplazamientos masivos. Entre la devastación, un pequeño barco encallado en Lampulo se convirtió en la inesperada arca de Noé que salvó a 59 personas.