En plena campaña electoral, Javier Milei y Leandro Santoro intercambiaron críticas por un video donde el candidato de Unión por la Patria desarma una motosierra, símbolo de las propuestas de ajuste de Milei. La respuesta del libertario, con un comentario irónico sobre un ‘CUIL virgen’, escaló la tensión entre ambos en la disputa por la Ciudad de Buenos Aires.
La campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires se calienta con un nuevo cruce entre Javier Milei, candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza, y Leandro Santoro, candidato a jefe de Gobierno por Unión por la Patria. El conflicto se desató tras la difusión de un spot publicitario en el que Santoro aparece desarmando una motosierra, un objeto que se ha convertido en un ícono de las propuestas de Milei, quien lo utiliza para representar su intención de realizar recortes drásticos en el gasto público y ‘cortar’ con lo que considera ineficiencias del Estado.
En el video, Santoro, acompañado de un mensaje que llama a ‘parar con la crueldad’ en la gestión de la Ciudad, desmonta la motosierra pieza por pieza, en un claro gesto de rechazo a las políticas de ajuste que asocia con Milei y su espacio político. El spot, que busca posicionar al candidato de Unión por la Patria como un defensor de un proyecto local y más humano, también subraya su intención de no involucrarse en debates provinciales o nacionales, según declaraciones previas donde afirmó: ‘Lo nuestro es un proyecto local; no me meto en la provincia’.
La respuesta de Milei no se hizo esperar. A través de sus redes sociales, el economista y candidato libertario replicó con un comentario mordaz, refiriéndose a Santoro con la expresión ‘CUIL virgen’, en alusión a la falta de experiencia laboral formal que, según Milei, caracterizaría a su adversario. Este término, que juega con la idea de no haber tenido un registro formal de empleo, busca cuestionar la capacidad de Santoro para gestionar los destinos de la Ciudad, al tiempo que refuerza el estilo confrontativo que ha marcado la campaña de Milei.
Este intercambio no es un hecho aislado, sino que refleja las profundas diferencias ideológicas entre ambos candidatos. Milei, conocido por su discurso antisistema y propuestas de liberalización económica radical, ha utilizado la motosierra como un símbolo de su intención de reducir el tamaño del Estado y eliminar lo que considera privilegios de la ‘casta política’. Por su parte, Santoro, un político de trayectoria dentro del peronismo, apuesta por un mensaje centrado en la empatía y la cercanía con los problemas cotidianos de los porteños, promoviendo políticas sociales que contrastan con las ideas de ajuste de su rival.
El cruce también pone de manifiesto la importancia de los símbolos en la comunicación política actual. La motosierra, más allá de su uso literal, se ha transformado en una metáfora de las tensiones entre quienes abogan por un Estado mínimo y quienes defienden un rol activo del gobierno en la protección de derechos y servicios públicos. En un contexto de alta polarización, este enfrentamiento entre Milei y Santoro podría influir en el humor de los votantes de la Ciudad de Buenos Aires, un distrito clave en el mapa electoral argentino.
A medida que se acercan las elecciones, previstas para el 22 de octubre de 2023, este tipo de cruces promete seguir marcando el tono de la campaña, con ambos candidatos buscando captar la atención de un electorado que, según las encuestas recientes, se muestra dividido entre opciones de cambio radical y propuestas más tradicionales. Mientras tanto, el debate sobre el futuro de la Ciudad continúa, con la motosierra como un inesperado protagonista.