En un movimiento que sacude el tablero político argentino, Patricia Bullrich oficializó su salida de PRO para integrarse a La Libertad Avanza, el espacio liderado por Javier Milei. Este cambio, anunciado recientemente, refleja un realineamiento ideológico hacia posturas más liberales y un claro rechazo a las políticas populistas del peronismo y el kirchnerismo, marcando un nuevo capítulo en su trayectoria política.
Patricia Bullrich, figura histórica de la política argentina y exministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri, ha dado un paso contundente al abandonar PRO, el partido que ayudó a consolidar junto a Macri y Horacio Rodríguez Larreta, para afiliarse a La Libertad Avanza, el movimiento liderado por el presidente Javier Milei. Este cambio, confirmado en los últimos días, no solo sorprende por su impacto en el espectro político local, sino que también refuerza la consolidación de un frente antipopulista que busca desmantelar las estructuras estatistas y clientelistas asociadas al peronismo y al kirchnerismo, ideologías que Bullrich ha criticado duramente en los últimos años.
Bullrich, quien en las elecciones presidenciales de 2023 compitió como candidata de Juntos por el Cambio y quedó en tercer lugar con un 23,8% de los votos (según datos oficiales del escrutinio definitivo), había mostrado cercanía con Milei tras los comicios al apoyar su candidatura en el balotaje contra Sergio Massa, representante del kirchnerismo. Este respaldo ya anticipaba un giro ideológico hacia las ideas libertarias que promueven la reducción del Estado, la desregulación económica y el rechazo a las políticas intervencionistas que, según Bullrich y Milei, han llevado a Argentina a décadas de crisis económica y social.
El ingreso de Bullrich a La Libertad Avanza no solo fortalece la base política del gobierno de Milei, sino que también envía un mensaje claro a los sectores que aún dudan sobre la viabilidad de un proyecto basado en la libertad económica y la lucha contra la corrupción enquistada en las prácticas peronistas. Durante su trayectoria, Bullrich se destacó por su postura firme en temas de seguridad, promoviendo políticas de mano dura contra el delito, una línea que coincide con las ideas de Milei, quien ha prometido una reforma profunda del sistema penal y una reducción del gasto público que, en su visión, alimenta redes de clientelismo.
Este movimiento también se da en un contexto de tensiones internas dentro de Juntos por el Cambio, donde las diferencias entre sectores más moderados y aquellos que abogan por una ruptura total con el legado populista han fracturado la coalición. La salida de Bullrich de PRO, partido que fundó en 2005 junto a Macri, simboliza un quiebre con las estrategias tibias que, a su juicio, no lograron desterrar las políticas socialistas y redistributivas que han dominado el país durante las gestiones kirchneristas, especialmente bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
En el plano económico, el alineamiento de Bullrich con La Libertad Avanza refuerza la apuesta por un modelo de mercado libre, con menos intervención estatal y un impulso a la inversión privada, en contraposición al modelo de subsidios y gasto público descontrolado que caracterizó a las administraciones peronistas. Según datos del Banco Mundial, Argentina ha enfrentado una inflación promedio anual superior al 50% en los últimos años, un problema que Milei y ahora Bullrich buscan atacar mediante políticas de ajuste fiscal y apertura comercial.
Con este paso, Patricia Bullrich no solo redefine su carrera política, sino que también contribuye a polarizar aún más el escenario argentino, dejando en claro que su lucha estará enfocada en erradicar las raíces del populismo y construir un país basado en la libertad individual y la responsabilidad económica. Su incorporación a La Libertad Avanza promete ser un catalizador de debates y tensiones en un año políticamente crucial para Argentina.
