En una reunión emotiva en Castel Gandolfo, el Pontífice Francisco transmitió al presidente ucraniano Volodímir Zelenskyy su firme deseo de alcanzar una paz justa y duradera, reforzando el apoyo del Vaticano al pueblo afectado por el conflicto.
Encuentro en Castel Gandolfo
El Papa Francisco recibió al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenskyy, en la residencia papal de Castel Gandolfo, Italia. La conversación, marcada por la gravedad del conflicto que arrasa el país europeo desde 2022, se centró en la necesidad de una solución política que garantice una paz justa y respetuosa de los derechos humanos.
Mensaje de paz y justicia
Durante el encuentro, el pontífice expresó su profunda preocupación por el sufrimiento de la población civil y subrayó la importancia de que cualquier acuerdo incluyera la restitución de territorio, la garantía de libertades fundamentales y el regreso seguro de los desplazados. “Deseo una paz que sea verdadera, que reconozca la dignidad de cada ciudadano ucraniano”, declaró el Papa.
Reacciones de Zelenskyy
Zelenskyy agradeció al Vaticano por su apoyo constante y reiteró su compromiso de buscar una solución que ponga fin a la violencia. El presidente destacó la ayuda humanitaria proporcionada por la Santa Sede y el papel de la Iglesia como mediadora moral en el proceso de paz.
Contexto y alcance del conflicto
Desde la invasión rusa de febrero de 2022, Ucrania ha sufrido más de 6.5 millones de desplazados internos y una crisis humanitaria que ha demandado la intervención de múltiples organismos internacionales. La postura del Vaticano, basada en los principios del derecho internacional y los valores cristianos, busca influir en las negociaciones ofreciendo una visión centrada en la reconciliación y la justicia.
Implicancias internacionales
El mensaje papal coincide con los esfuerzos de la comunidad internacional, incluida la reciente iniciativa de Estados Unidos para un plan de paz. Sin embargo, el énfasis del Papa en una “paz justa” plantea un llamado a que cualquier solución sea equilibrada y no simplemente una mera cesación del fuego.