El Gobierno argentino denunció este lunes la detención arbitraria del gendarme Nahuel Gallo, retenido en Venezuela desde hace un año, y reiteró su exigencia de liberación inmediata, mientras su esposa y la sociedad civil piden respuestas urgentes.
Contexto de la detención
El gendarme argentino Nahuel Gallo fue capturado en territorio venezolano a principios de 2024 en el marco de una operación que, según autoridades argentinas, no contó con ningún proceso judicial ni garantía de derechos humanos. Desde ese momento se ha convertido en un rehén político de la administración de Nicolás Maduro y del líder chavista Diosdado Cabello.
Reacción del Gobierno argentino
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su titular, emitió un comunicado en el que calificó la medida de “detención arbitraria” y “violación flagrante del derecho internacional”. Argentina reiteró la demanda de liberación inmediata y solicitó a la Embajada de Venezuela en Buenos Aires que facilite el acceso de la familia y los representantes legales al detenido.
Testimonios y denuncias de la familia
La esposa de Gallo, María Luisa Díaz, ha encabezado una campaña nacional solicitando su puesta en libertad, declarando: “No soporto un minuto más sin saber si mi esposo está vivo”. Organizaciones de derechos humanos también han pedido a la comunidad internacional que presione a Caracas para que se respeten los mecanismos de protección consular.
Relatos desde la cárcel
Un ex‑compañero de celda, que prefirió mantenerse en el anonimato, relató que Gallo vive en condiciones precarias, bajo constante vigilancia y sin acceso a una defensa legal. El detenido habría sido trasladado en varias ocasiones entre centros penitenciarios, lo que dificulta el seguimiento de su salud y su estado físico.
Implicancias diplomáticas
La situación ha tensionado las relaciones bilaterales entre Argentina y Venezuela. En diciembre de 2025, el presidente argentino anunció la puesta en marcha de una iniciativa multilateral para abordar casos de detenciones arbitrarias en la región, involucrando a organismos como la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Perspectivas a futuro
Mientras continúan los esfuerzos diplomáticos, la comunidad internacional mantiene la mirada en la demanda argentina. La presión externa podría ser clave para lograr la liberación de Gallo y sentar un precedente contra el uso de rehenes políticos en la región.