El expresidente estadounidense Donald Trump ha anunciado que su objetivo en Venezuela tras la destitución de Nicolás Maduro no gira en torno al petróleo ni al narcotráfico, sino en impulsar una transición democrática. La medida se complementa con sanciones a familiares del exmandatario y la incautación de un buque con crudo venezolano, generando controversia en la región.
El 9 de diciembre de 2025, fuerzas estadounidenses realizaron una operación sorpresa en alta mar, capturando el superpetrolero Skipper cerca de la costa venezolana. La maniobra, que incluye la falsificación de datos de ubicación y la confiscación de petróleo, intensifica la disputa por los recursos energéticos de la región.
El pasado fin de semana, Estados Unidos tomó control de un buque petrolero de gran porte, conocido como “Skipper”, en aguas internacionales cercanas a Venezuela. La medida, anunciada por el expresidente Donald Trump, forma parte de una serie de sanciones contra la red de narcotráfico y el abastecimiento de crudo del gobierno venezolano.
El 8 de diciembre de 2025 se intensificó la disputa entre Venezuela y Estados Unidos. Nicolás Maduro mostró su hartazgo ante las sanciones, mientras Donald Trump, rodeado de sus asesores, evaluó opciones que van desde el diálogo hasta la acción militar. La escalada se reflejó en declaraciones, reuniones estratégicas y curiosas entrevistas donde el mandatario venezolano intentó comunicarse en inglés.
El expresidente de EE. UU., Donald Trump, intensifica la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Tras reunirse con sus asesores y publicar un video con una fecha límite para que el mandatario venezolano abandone el poder, Trump ordenó la convocatoria del Consejo de Seguridad Nacional para definir los próximos pasos.
En la última semana de noviembre de 2025, la disputa entre Venezuela y Estados Unidos sobre el futuro de los más de 300 mil millones de barriles de petróleo de Caracas se intensifica. Entre denuncias de apropiación, controversias en el Congreso y un aparente descenso del interés estadounidense, la cuestión energética adquiere dimensiones geopolíticas y económicas sin precedentes.