Mónica Santibáñez, la veterana actriz argentina, revivió la magia de su carrera cuando colaboró con Luisa Kuliok en el icónico filme ‘La extraña dama’ en 1971. Luego que se retiró del ojo público, descubrió una historia de amor que hoy comparte con su pareja de toda la vida, recordándonos que la pasión por la vida no tiene edad.
Mónica Santibáñez surgió como una de las figuras más reconocidas del teatro y del cine argentino. Su presencia en la pantalla se volvió legendaria cuando se unió al elenco de ‘La extraña dama’ en 1971, una producción que consolidó su reputación como actriz versátil y audaz.
En la trama del filme, Mónica compartió la escena con la talentosa directora y actriz Luisa Kuliok. La química entre ambas creó momentos de pura emoción que, según los críticos, elevó el drama a nuevas alturas.
Tras el éxito de la película, la actriz decidió alejarse del foco mediático. En aquella década, Mónica se concentró en su familia y en proyectos personales que le permitieron desconectarse del mundo del espectáculo.
Con el paso de los años, Mónica encontró una nueva inspiración en su relación con su pareja, con quien ha vivido una historia de amor que resalta la importancia de acompañarse en cada etapa de la vida. La joven pareja, que sigue juntos, es un referente de compromiso y felicidad en la comunidad artística.
Hoy, Mónica comparte ocasionalmente recuerdos de su tiempo en ‘La extraña dama’, recordando la camaradería con Luisa y la pasión por el arte. Su trayectoria sigue inspirando a nuevas generaciones de actores y a quienes valoran la búsqueda de felicidad en todas sus formas.