El 2 de diciembre de 1993, el temido capo del narcotráfico colombiano, Pablo Emilio Escobar, encontró su final en una balacera con la Policía Nacional en Medellín. Tras años evadiendo la justicia, sus últimos momentos revelan una desesperada carrera contra el tiempo que culminó en su caída.
El día que terminó la leyenda
El 2 de diciembre de 1993, a la edad de 57 años, Pablo Emilio Escobar Gaviria fue abatido por la Policía Nacional en los tejados de su antigua residencia en la zona de Los Olivos, Medellín. La operación, conocida como “Operación Basilisk”, había sido planificada tras meses de persecución intensiva por parte de la fuerza pública.
Las últimas horas
Tras una noche de vigilias y helicópteros sobre su casa, los agentes lograron romper la barrera de los muros. Escobar intentó escapar por una ventana del segundo piso, pero fue descubierto cuando una patrulla de la Policía llegó al patio interior. En el intercambio de disparos, el capo recibió un tiro mortal que le provocó la muerte inmediata.
El rey de la huida
Apodado “Rey de la Huida” por su capacidad para evadir capturas durante más de una década, Escobar había construido una red de túneles, sobornos y refugios que le permitieron vivir entre la sombra y el lujo. Su famoso complejo “La Catedral”, una prisión de lujo que él mismo diseñó, se convirtió en su símbolo de poder y, a la vez, en su mayor vulnerabilidad.
Contexto y repercusión
La muerte de Escobar marcó el fin de una era de violencia sin precedentes en Colombia. El Cartel de Medellín, entonces liderado por Escobar, había controlado cerca del 80 % del cocaína que ingresaba a los Estados Unidos en los años 80 y principios de los 90. Su fallecimiento provocó una reconfiguración del narcotráfico, dando paso al surgimiento del Cartel de Cali y a una nueva generación de grupos criminales.
Legado y mitos persistentes
Más de tres décadas después, el mito alrededor de Escobar sigue vivo en la cultura popular. Series, libros y documentales continúan narrando su historia, a la vez que surgen preguntas sin resolver: ¿Quién fue el agente que disparó el tiro definitivo? ¿Cuántos miembros de su familia lograron escapar? Estas incógnitas alimentan la fascinación mundial por el personaje.
En los últimos años, figuras como Carlos Lehder y varios ex‑miembros del Cartel han ofrecido testimonios que revelan la brutalidad interna del narco, mientras que el propio escándalo de la fuga de Escobar sigue siendo objeto de estudio por criminólogos y historiadores.