Clarín puso a prueba el nuevo Samsung QLED Q7F, un televisor que emplea inteligencia artificial para traducir las emociones del usuario en obras de arte visuales. La innovadora propuesta mezcla alta fidelidad de imagen con experiencias sensoriales, marcando un hito en la convergencia entre entretenimiento y tecnología.
Un salto cualitativo en la televisión inteligente
Samsung presentó recientemente su línea QLED Q7F, diseñada para ir más allá de la mera reproducción de contenidos y ofrecer una interacción emocional con el espectador. El modelo incorpora una plataforma de IA que, mediante sensores de cámara y micrófono, detecta expresiones faciales y tono de voz para generar imágenes generativas en tiempo real.
Principales características técnicas
- Panel QLED Neo con retroiluminación Mini LED que garantiza negros profundos y un rango dinámico ampliado.
- Resolución 4K UHD y tasa de refresco de 120 Hz, optimizada para contenidos de alto movimiento.
- Procesador AI Neo Quantum 4K que gestiona tanto la calidad de imagen como los algoritmos de detección emocional.
- Compatibilidad con HDR10+, Dolby Vision y sonido Dolby Atmos para una experiencia audiovisual completa.
Transformación de emociones en arte
El corazón del Q7F es su aplicación “Emotion Canvas”. Al iniciar la función, la televisión solicita permiso para acceder a la cámara y al micrófono. A través de un modelo de aprendizaje profundo, el dispositivo reconoce estados como alegría, sorpresa o melancolía y, con esa información, genera piezas visuales que se proyectan como fondo o pantalla completa. El resultado son obras coloridas y abstractas que varían en tiempo real según la interacción del usuario.
Qué opinan los probadores de Clarín
Los evaluadores destacaron la fluidez del algoritmo: la transición entre una emoción y otra es casi imperceptible, y la calidad de la imagen no se ve comprometida. Además, la configuración permite personalizar la intensidad visual y el estilo artístico (desde trazos minimalistas hasta explosiones de color).
En cuanto a la usabilidad, la activación mediante el control remoto y la integración con la app SmartThings resultan intuitivas. Sin embargo, se señaló que la captura de emociones depende de la iluminación de la habitación y que, en entornos muy oscuros, la detección puede ser menos precisa.
Conclusiones
El Samsung QLED Q7F representa una de las primeras experiencias televisivas donde el contenido se genera a partir del estado anímico del espectador. Si bien la tecnología aún está en fase de refinamiento, la combinación de alta calidad de imagen y la capacidad de crear arte personalizado abre nuevas posibilidades para el entretenimiento doméstico, la decoración interactiva y el uso en espacios creativos.